La carrera del emprendimiento es un desafío, especialmente si no se tiene experiencia o un cierto nivel de educación financiera. Antes de lanzar un nuevo negocio al mercado, los emprendedores deben pasar por distintos procesos, desde el análisis del mercado a la elaboración de un plan de empresa o la obtención de inversores, socios y financiación. Esta primera fase del emprendimiento resulta vital para poder transformar las ideas de negocio en proyectos sólidos y apoyarse en el ecosistema. En este marco, las incubadoras de startups pueden ser de gran ayuda para los emprendedores.
Qué son las incubadoras de startups
Las incubadoras de startups son organizaciones que ofrecen ayuda a los emprendedores para que desarrollen sus ideas de negocio. Estas entidades se caracterizan por proporcionar apoyo y asesoramiento a las iniciativas que tienen potencial para salir al mercado. Para ello, ofrecen un conjunto de servicios y recursos que ayudarán a los emprendedores a definir y desarrollar mejor su proyecto. Estos recursos pueden clasificarse en tres grandes categorías:
- Orientación. Ayudan a los emprendedores a definir el modelo y los objetivos de su proyecto, medir los resultados y la viabilidad, conseguir financiación, socios e inversores, elaborar el plan de negocio y realizar el análisis de mercado o la estrategia de marketing, entre otros.
- Formación. Ofrecen cursos, tutorías especializadas y formación en el área empresarial para que los emprendedores puedan identificar y desarrollar oportunidades de negocio. También cuentan con asesoramiento jurídico y contable.
- Infraestructuras. Aportan recursos materiales y espacios de trabajo en los que los emprendedores pueden desarrollar su actividad empresarial.
Las incubadoras de startups tienen el objetivo de constituir nuevas empresas y de impulsar la innovación y el emprendimiento, reduciendo los costes y riesgos que deben asumir los emprendedores en las primeras fases de su proyecto empresarial. Estas organizaciones pueden ser instituciones privadas, universitarias o gubernamentales. Según su especialización, pueden clasificarse en:
- Incubadoras de startups generalistas. Aceptan propuestas de cualquier sector empresarial, sin hacer distinciones entre el tipo de actividad hacia la que se enfoca la idea a desarrollar.
- Incubadoras de startups especializadas. Se centran en sectores concretos y solo aceptan propuestas que se relacionan con su ámbito de actuación, como puede ser el social, el deportivo o el tecnológico.
Para beneficiarse de las ayudas de las incubadoras de startups, los emprendedores deben presentar sus ideas de negocio en las convocatorias que estas entidades abren periódicamente para captar nuevos proyectos.
Cómo funciona una incubadora de startups
Las incubadoras de startups actúan en la primera fase de vida de una startup, es decir, en la etapa de 'pre-seed' o presemilla, que es cuando se define y da forma al proyecto que se quiere llevar a cabo. Su proceso de actuación se divide en cuatro fases:
- Selección. Las incubadoras abren convocatorias para que los emprendedores puedan presentar sus ideas de negocio. Posteriormente, estudian y analizan estas propuestas y seleccionan cuáles son las ideas en las que quieren empezar a trabajar.
- Preincubación. Se desarrollan todos los trámites básicos para empezar un nuevo proyecto, como el análisis de mercado o el plan de negocio, donde se establecerá la tipología del proyecto, su plan de acción y el público al que se dirige, entre otros. La incubadora de startups se encarga de orientar y asesorar a los emprendedores para cumplir estos trámites.
- Incubación. Es la etapa en la que se lanza el proyecto y en la que se pone en práctica el plan de negocio definido en la fase anterior. Se establecen las distintas áreas de negocio, como la de marketing o la de recursos humanos, y se divide el trabajo por áreas. Los expertos y asesores de las incubadoras de startups supervisan la evolución del proyecto y dan apoyo al emprendedor.
- Posincubación. Es la fase final. En este punto, las incubadoras de startups analizan cómo ha evolucionado el proyecto y estudian las posibilidades de crecimiento a medio y largo plazo, aunque también pueden proponer cambios en la estrategia de negocio si los resultados no han sido los esperados.
Las incubadoras de startups comparten algunas características con las aceleradoras de startups, pero a diferencia de ellas actúan en las fases más tempranas de la startup con el objetivo de que las ideas de negocio lleguen al mercado. Además, su objetivo no está tan enfocado en la obtención de beneficio como las aceleradoras, que persiguen la rentabilidad a medio y largo plazo, sino que se centra en dar forma a las empresas para que su salida al mercado sea exitosa, tal y como apuntan desde UnLimited Spain.
Ejemplos de incubadoras de startups
Las incubadoras de startups han ganado popularidad en los últimos años y actualmente es posible encontrar varias alternativas que buscan ayudar a los emprendedores a poner en marcha sus ideas de negocio. Según un informe elaborado por la Asociación Española de Startups y Social Innovation Monitor (SIM), solo en España se calcula que hay un total de 215 incubadoras y aceleradoras, que emplean a más de 1.300 personas y reciben una media de 121,1 solicitudes por año.
Algunas de las más destacadas son:
- Lanzadera. Es la incubadora de Juan Roig, el empresario dueño de Mercadona. Fundada en 2013 y ubicada en la Marina de Empresas Valencia, ofrece formación, asesoramiento y financiación para desarrollar nuevas empresas. Además de ofrecer servicios de incubación, también ofrece servicios de aceleración.
- Climbspot. Incubadora de origen madrileño que se enfoca a proyectos tecnológicos y digitales. A través de su modelo 'Work for Equity', pone a disposición de los emprendedores un equipo de profesionales y recursos propios para que puedan desarrollar su startup, a cambio de un pequeño porcentaje en el capital de la compañía.
- Asociación con Valores. Se trata de una incubadora ubicada en Valencia que tiene el objetivo de ayudar a las personas en riesgo de exclusión social a emprender. Ofrece un programa de formación y mentoría gratuito de doce semanas de duración que puede cursarse tanto 'online' como de forma presencial.
- Cloud Incubator Hub. Es la incubadora y aceleradora de la Universidad Politécnica de Cartagena. Especializada en el área de las tecnologías de la información y las comunicaciones, la incubadora ofrece servicios de infraestructura, formación y mentoría, tanto de manera ‘online’ como presencial.
- InnovaUNAM. Es la red de incubadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Compuesta por 17 incubadoras y ocho laboratorios de innovación, esta red, cuyos orígenes datan de 2009, apoya a los emprendedores que forman parte de la comunidad universitaria, ofreciendo talleres, mentorías, servicios de asesoramiento y aumentando la vinculación entre las distintas entidades de la UNAM.
- Emprende UP. Es el centro de emprendimiento e innovación de la Universidad del Pacífico, en Perú. Creada para desarrollar la cultura empresarial del país, ofrece servicios de pre-incubación, incubación e incluso de aceleración para hacer crecer las iniciativas emprendedoras.
- Ingenio. Incubadora uruguaya especializada en empresas con base tecnológica. Fundada en 2001, la organización apoya proyectos innovadores que se encuentren en etapas de comercialización o escalabilidad para convertirlas en empresas rentables. Hasta la fecha, ha apoyado a más de 170 propuestas.
Lanzar una nueva startup al mercado no es fácil, pero con las incubadoras de startups los emprendedores más innovadores pueden encontrar recursos y ayuda que les ayudarán a materializar sus proyectos. BBVA Spark, el aliado de BBVA para empresas de alto crecimiento, colabora con algunas redes de apoyo al emprendimiento, como los 'hubs' de innovación Startup Valencia o Barcelona Health Hub. La innovación y la colaboración son dos factores que pueden ayudar a los emprendedores a impulsar su negocio y posicionarse en el mercado.
