¿Se puede maximizar la valoración de una empresa ajustando el EBITDA?
SÃ, es posible maximizar la valoración de una empresa ajustando el EBITDA, pero es importante hacerlo de manera transparente y fundamentada. A continuación te explicamos cómo maximizar la valoración de una empresa ajustando el EBITDA.
El EBITDA como magnitud contable se refiere a los Beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Es una medida rápida de calcular, para analizar la rentabilidad de una empresa, con industrias de su sector, sin tener en cuenta la estructura financiera de la sociedad. El EBITDA ajustado es una herramienta legÃtima para reflejar con mayor precisión la rentabilidad operativa real de una empresa.
Por otra parte, en el EBITDA se deben tener en cuenta los ingresos y gastos que se consideren afectos al negocio y recurrentes, eliminando los de carácter excepcional (“one off»). Por ello, en el cálculo se debe hacer un análisis contable detallado para ajustar el EBITDA que sale directamente de la contabilidad.
Algunos ejemplos de ajustes comunes (aunque suele haber muchos más) incluyen:
1. Normalización de los ingresos, aplicando el principio del devengo y no de caja.
2. Gastos de asesores, fiscalistas o abogados para servicios especiales no relativos a la actividad de la sociedad.
3. Salarios o costes de accionistas con una valoración por encima del mercado para posiciones similares. Aquà se incluirÃa el coste de alquiler por encima (o inferior) al de mercado propiedad del accionista.
4. Costes del cierre de una planta, oficina comercial o el despido no habitual de un directivo.
Ten en cuenta que ajustar el EBITDA no es falsear o maquillar los números sino demostrar la rentabilidad real de la sociedad, con independencia de multitud de factores y eventos que afectan a la actividad recurrente de la sociedad.
A continuación describimos algunos de los beneficios que podemos obtener al ajustar el EBITDA: