En 2022, su inversión ha sido aproximadamente de 666 millones de euros, 3 veces más que durante el 2021. Durante el primer semestre, se transaccionaron 3.900 nuevas camas.
Londres, Ámsterdam o París destacaron por ser las principales geografías de la Unión Europea en registrar el mayor porcentaje de camas destinadas a co-living que se ofertabanen 2019 (ver gráfico 1), un año antes de la irrupción de la pandemia de la COVID-19. Desde entonces, este modelo de residencial de alquiler a corto plazo con espacios comunes, enmarcado dentro del sector living, toma cada vez más relevancia desde el punto de vista de negocio, tanto para inversores como para inquilinos.
Importado desde EE. UU., donde Silicon Valley fue su cuna, este segmento del sector living no solo ha llegado a tener un gran recorrido en Europa, sino en varios países del continente asiático.
Situación del co-living en el sector inmobiliario en 2023
En lo referente al panorama nacional, el sector living ha comenzado a hacerse un hueco en las grandes urbes españolas, donde Madrid y Barcelona se posicionan como las principales localizaciones en acoger varios tipos de modelos residenciales vinculados a este sector.
Pese a que este se enfrenta a un horizonte temporal de crecimiento de entre 10 y 15 años, los últimos datos recopilados en el 2022 avalan su crecimiento.
Si bien, para el sector inmobiliario no se esperan rendimientos superiores a la media histórica para el 2023 (aplicación de políticas monetarias restrictivas por parte de la Fed y el BCE en el último año), sí que existen oportunidades focalizadas enalternativas vinculadas al sector living, como es el caso del co-living.
En 2022, las residencias de estudiantes y de mayores se mantuvieron como uno de los sectores líderes en inversión inmobiliaria durante los primeros 9 meses del año en España (ver gráfico 2), con cerca de 3.700 millones de euros invertidos, un aumento del 14 % respecto al mismo periodo del 2021.
Unas cifras que nada tienen que ver con las de hace unos años, en los que el inversor institucional tan solo disponía de un 5% del parque residencial en alquiler. Sin embargo, ese contexto comienza a virar su rumbo, hasta tal punto en el que la gestión de alquileres se encuentra sumido en un proceso de profesionalización para ajustar la oferta.