La compañía biotecnológica española Bioammo, dedicada a la fabricación y distribución de cartuchos para caza y tiro deportivo totalmente biodegradables, ha cerrado una ampliación de capital por un importe de 3,3 millones de euros.
Con esta operación, la compañía ampliará las instalaciones de su fábrica ubicada en el municipio segoviano de Santa María la Real de Nieva. Concretamente, Bioammo adquirirá una segunda línea de producción que estará disponible durante el segundo trimestre de 2021 y será una línea adaptada a materiales biodegradables y, por lo tanto, más eficiente que la actual. Esta ampliación permitirá aumentar la plantilla de trabajadores en 20 personas y pasar de una producción actual de 20 millones de cartuchos a 100 millones en el año 2021. Las naves actuales de la fábrica permiten la instalación de hasta 3 líneas completas de producción que podrían estar operativas en elaño 2022.
A pesar del contexto económico desfavorable producido por el impacto de la Covid-19, la compañía ha conseguido cerrar dicha ampliación en la que han participado varios family offices, que han completado un 48% de la ampliación; accionistas minoritarios a través de la plataforma de financiación compartida The Crowd Angel, que han suscrito el 32% del importe y accionistas actuales, que han aportado un 20%.
Bioammo, a la cabeza mundial en munición biodegradable
El interés por este primer cartucho totalmente biodegradable es muy alto en todos los mercados. Bioammo es la única fábrica del mundo que ha sido capaz de crear los primeros y únicos cartuchos biodegradables y biocompostables, lo que significa que no dejan ningún tipo de residuo tóxico en la naturaleza ni precisan de reciclaje alguno, una vez que han sido disparados. Tras 8 años de investigaciones con los centros de innovación más punteros del país, BioAmmo ha conseguido crear el primer cartucho libre de plástico, a partir de biopolímeros cien por cien de origen vegetal que se transforman y adquieren las mismas características físicas y mecánicas del plástico.
BioAmmo se adelanta así a la normativa europea que limita el uso de plásticos en artículos de un solo uso, prohibidos a partir de 2021, y se posiciona como la única alternativa eficaz para hacer de la actividad cinegética un sector más sostenible y comprometido con el medio ambiente.
Todos los componentes del cartucho fabricados por Bioammo (vainas y tacos) se biodegradan de forma natural por acción enzimática y bacteriana en un plazo de entre 12 y 24 meses según las condiciones atmosféricas de humedad y temperatura, y vuelven a la naturaleza en forma de biomasa sirviendo de nutriente para plantas hongos y algas.
El resultado no son solo cartuchos respetuosos con el medio ambiente sino también con un rendimiento superior, en cuanto a velocidad y presiones, respecto a los cartuchos tradicionales. Esta innovadora solución posee la patente AAA para el uso de biopolímeros de origen vegetal aplicados a municiones en 55 países y recientemente ha recibido la adjudicación de la patente en EEUU.
Antecedentes
Con una inversión inicial de 8 millones de euros, Bioammo finalizó la construcción de la fábrica en agosto de 2019, y después de varios meses de investigación y pruebas empezó a producir sus primeros cartuchos en diciembre del 2019. A pesar del parón provocado por el covid-19, ya ha vendido a más de 10 países y a lo largo del presente año espera vender más de 20 millones de cartuchos y alcanzar una facturación superior a los 5 millones de euros. El 90% de la facturación será a terceros países, destacando USA, Reino Unido, y Países del norte de Europa donde existe una mayor concienciación medioambiental.