Las empresas familiares entendidas como aquellas cuyos orígenes y propiedad se asientan en unidades familiares e incluso amigos que comparten valores personales que cuajan en una relación fraternal, es por naturaleza reacia a dar entrada a socios ajenos al entorno familiar y personal.
El Capital Riesgo es ese socio “extraño” del que tanto se habla y que muchos tildan de “tiburón financiero” pero al que recurren cuando tienen necesidades financieras, necesitan vender o reorganizar el accionariado familiar que con el paso de los años se ha ido dispersando y donde las sucesivas generaciones no comparten el espíritu empresarial fundacional y entorpecen el desarrollo de la compañía o simplemente no tienen relevo generacional.
Siendo lo anterior parcialmente cierto el Capital Riesgo es unnegocio financiero, sin duda, pero focalizado hacia la empresa no cotizada, conformado por grandes profesionales que junto al capital aportan valor a la empresa en que participan y donde más impacto tiene es en la empresa familiar.
Según publica el Instituto de la Empresa Familiar, se estima que 1,1 millones de empresas son familiares en España, el 89% sobre el total de las empresas, siendo este tipo de compañías en el mayor generador de empleo en España. Actualmente, crean el 67% del empleo privado, con un total de más de 6,58 millones de puestos de trabajo y son responsables del 57,1% del PIB del sector privado.
Y según el Ministerio de Industria y Comercio el tejido empresarial españoles siguiente:
De lo anterior se concluye que al menos hay 2,5 millones de empresas familiares en España.
Es evidente que el tejido empresarial de nuestro país está conformado por pequeñas empresas y que para competir en una economía global enormemente competitiva se requiere de músculo financiero, visión empresarial, presencia internacional, directivos cualificados y un gobierno corporativo adecuado y adaptado al siglo XXI.
El Capital Riesgo aportará valor a la empresa familiar, según nuestra experiencia, en los siguientes ámbitos:
Lógicamente, para que todo ello tenga lugar, se requiere convicción por parte de los que conforman el núcleo familiar, realizar un ejercicio serio de introspección que aflore las carencias y las bondades de los ámbitos citados.
Igualmente, el Capital Riesgo además de valorar las bondades del negocio en lo que a métricas financieras se refiere, cartera de productos, servicios y mercados de la empresa familiar deberá enamorarse de los líderes de la compañía y evaluar si compartirán valores empresariales, éticos y personales para conformar una compañía excelente.