Hace poco más de un año que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el covid-19 como pandemia. Una pandemia que nos ha dejado una grave crisis sanitaria, pero también económica y social.

El covid-19 ha trastocado nuestro día a día: uso de mascarilla obligatorio, gel hidroalcohólico en la puerta de cada establecimiento, distancia social, teletrabajo -las personas que teletrabajan habitualmente han pasado del 4,8% al 10% según el INE– y educación online, abandono del dinero físico -el Banco de España apunta que en el segundo trimestre de 2020 se sacó casi un 52% menos de dinero del cajero-, menos compras no esenciales y más online -el comercio electrónico ha pasado del 9% al 14%, según la Asociación Española de Economía Digital-, más pedidos de comida a domicilio, más deporte en la calle…

Muchas de estas acciones se fomentan para intentar reducir, en la medida de lo posible, las cifras que la pandemia está dejando. Unas cifras que asustan en el ámbito de la salud -solo en España hay más de tres millones de contagios y más de 70.000 personas han fallecido-, en el económico -en febrero se superaron los 4 millones de parados- y en el social -más de un 20% de la población española está en riesgo de pobreza-.

El impacto como eje para la nueva economía

En este contexto, la pandemia ha puesto de manifiesto, más que nunca antes, la necesidad de un cambio económico y social y de apostar por el impacto como eje de la nueva economía. En otras palabras, esta crisis abre la oportunidad para arreglar las deficiencias de un modelo de desarrollo insostenible a través de la innovación social y la colaboración entre todos los agentes: estados, organizaciones y ciudadanía.

Un ejemplo de esa colaboración lo vimos al principio de la pandemia, cuando el sector privado se implicó de forma directa para ayudar aportando recursos (monetarios, de producción o humanos) para el desarrollo de soluciones a las consecuencias del covid-19. En cifras, según el VII Informe SERES-Deloitte, la inversión solo en proyectos contra el covid-19 de las empresas fue de 281 millones de euros en 2020.

Hemeroteca: Avances e iniciativas en la batalla contra el covid-19

No obstante, problemáticas como la sostenibilidad, la salud y calidad de vida, la inclusión social o la educación, entre muchas otras continúan más allá del coronavirus. Por ello, es necesario que esa colaboración continúe y se amplifique, incidiendo en modelos de impacto que reconstruyan la economía no sobre lo que había, sino transformándola a un sistema más resiliente y orientado a la generación de beneficios que contemplen las variables medioambiental, social y humana como aspectos transversales.

Los sectores de impacto con más impulso

Ese cambio se ha impulsado este 2020 en algunos sectores estratégicos que la pandemia ha impulsado más rápido que en los últimos años. Hablamos de sectores como:

  • la salud -según publicaba PlantaDoce, los fondos de inversión y gestoras españolas han movilizado más de 120 millones en operaciones del sector de la salud desde el estallido de la pandemia-,
  • la educación -la inversión en startups de edtech ha incrementado un 156,9% en 2020, según el Observatorio de Startups de Fundación Innovación Bankinter-,
  • el medio ambiente, entendido como un factor transversal a todos los sectores -en 2020, de los 381.230 millones emitidos en bonos con la categoría de sostenibles, 201.748 millones han sido verdes, según publica la plataforma Dealogic-.

Pero, ¿cómo ha sido este 2020 para los protagonistas? ¿Cómo se han adaptado y evolucionado empresas y startups durante este período?

Salud: El avance tecnológico y ciudadano hacia la salud digital

“La irrupción de la pandemia, ahora hace un año, no hizo más que poner en valor la importancia de los procesos de transformación en los que muchas compañías ya estaban inmersas. En Cofares hace ya más de dos años que el nuevo plan estratégico marcaba un nuevo rumbo en el que la innovación era una palanca de cambio y motor de nuevas oportunidades para la cooperativa y las farmacias”, explica Pablo Baleiron, director de Proyectos, Procesos e Innovación de Cofares, partner de nuestro programa S2B Health&Care. Añade que en este último año “hemos sido más conscientes de la necesidad de acelerar este proceso y hemos intensificado el ritmo en nuestros planes estratégicos de transformación. De hecho, en 2020, hemos aumentado hasta un 53% nuestras inversiones precisamente para aprovechar estas oportunidades e implementar procesos y proyectos altamente innovadores en el desarrollo de nuestra actividad.

Cofares: “Hemos aumentado hasta un 53% la inversión para implementar procesos y proyectos altamente innovadores”

Entre los proyectos de innovación que están llevando a cabo se encuentra la aplicación de la inteligencia artificial para ganar eficiencia en la distribución, el uso de la inteligencia de datos en la toma de decisiones, la digitalización, robotización, algoritmos y mecanismos de previsión de demanda y la automatización del aprovisionamiento. Además, “también estamos inmersos en procesos de innovación abierta con el objetivo de permanecer atentos a las propuestas del ecosistema innovador que pueden ser útiles en esta misión de aplicar la innovación con un impacto más directo y real en la salud de la sociedad y con la farmacia en el eje central”, remarca Baleiron.

“Desde el primer momento, en DKV quisimos dar respuesta a las necesidades relacionadas con el covid-19 y sus consecuencias en la salud. Lanzamos y apoyamos programas, servicios y campañas que pudieran aliviar la situación como Médicos Frente al covid -que cuenta con más de 800 médicos voluntarios y ha atendido a más de 27.000 personas en España- o Ningún Mayor Solo”, explica por su parte David Camps, Responsable de Innovación Social de Grupo DKV, también partner de S2B Health&Care. En este sentido, además, DKV abrió su plataforma telemática de medicina Quiero Cuidarme+ a toda la sociedad para resolver dudas relacionadas con el covid-19 o con problemas médicos en general y contribuir así a la descongestión de los sistemas de urgencias. También lanzó la primera convocatoria de DKV Impacta.

Entrevista a Josep Santacreu: “Ahora estamos enfocados en el Covid, pero la pandemia que más vamos a sufrir es la del impacto negativo del cambio climático”

La telemedicina que propone la plataforma de DKV no es un concepto nuevo, pero sí se ha impulsado mucho su implementación durante la pandemia. Solo desde el inicio de la pandemia las consultas de telemedicina han aumentado un 153% en España, según un estudio de mediQuo. Y es una tendencia imparable: según un estudio de Deloitte, en 2025 el hogar será el lugar habitual para el cuidado y seguimiento rutinario de la salud y los hospitales estarán reservados al tratamiento especializado, traumatología y emergencias. Muchos de los contactos médico-paciente serán virtuales: más del 70% de los españoles harán consultas por videollamada.

Un cuidado en el hogar que Qida, startup invertida por Equity4Good, ya lleva unos años proponiendo. “La pandemia por la covid-19 ha hecho que el sistema sanitario se haya visto colapsado y, por ello, Qida ha contribuido atendiendo y agilizando las altas en más de 180 centros, dando servicio en menos de 48h, gracias a su colaboración con los principales centros hospitalarios de Cataluña y Madrid. Además, hemos ayudado a más de 500 usuarios en 20 residencias en la lucha contra la covid-19 y colaborado con las administraciones públicas durante este período, con más de 80 profesionales a la disposición de los pacientes”, explica Oriol Fuertes, CEO de Qida, que durante 2020 amplió el equipo a más de 70 personas y cerró el año con de 2.800 familias atendidas en sus viviendas.

“El miedo a acudir al hospital ha provocado que muchos enfermos hayan dejado de recibir la atención médica necesaria, con las consecuencias tan graves que ha provocado, pero gracias a la telemedicina se está demostrando que se puede ayudar en gran medida a reducir este impacto negativo”, apunta, por su parte, Oscar Lozano, cofundador de Rithmi, startup acelerada en nuestro programa S2B Health&Care. Rithmi es un dispositivo vestible que permite monitorizar el ritmo cardíaco las 24 horas del día con el objetivo de detectar casos de fibrilación auricular. Aunque aún no están en el mercado, sí perciben que esta crisis sanitaria provocada por el coronavirus les afecta de una manera positiva, “ya que ahora parece que se empieza a valorar mucho más el papel tan importante que las nuevas tecnologías en salud pueden aportar al sistema, sobre todo para ofrecer asistencia fuera de las consultas”, remarca Lozano.

Rithmi: “Se empieza a valorar mucho más el papel tan importante que las nuevas tecnologías en salud pueden aportar al sistema”

Un campo sanitario en el que esto se está viendo claramente es el psicológico. “La inestabilidad económica y la obligación social de adaptarse a un estilo de vida con muchas restricciones y pocos contactos sociales ha hecho disminuir la resiliencia, y consecuentemente han aumentado las probabilidades de padecer ansiedad, depresión, u otras enfermedades mentales”, asegura Xavier Palomer, CEO de Psious, startup también invertida por Equity4Good. Esto ha hecho incrementar el número de consultas y, sobre todo, las consultas online. Desde el inicio de la pandemia el 96% de la asistencia psicológica ha sido online, según la Asociación Americana de Psicología.

Pablo Baleiron, David Camps, Oriol Fuertes, Oscar Lozano y Xavier Palomer, están de acuerdo en que esta crisis refuerza la preocupación de las empresas y la sociedad por el impacto social y medioambiental. “La crisis global generada por el covid-19 ha hecho replantear o redefinir a muchas empresas su propósito. La Agenda 2030 parece convertirse en la guía para alinear sus estrategias de negocio y beneficio, acompasándolas con la asunción de compromisos más claros en relación a la lucha contra el cambio climático”, remarca Camps. “La sociedad premia a las organizaciones con un rumbo claro y solo integrando de forma natural y orgánica la preocupación por nuestro entorno (sociedad, personas y medioambiente) en la propia actividad de la cooperativa lograremos ser socialmente responsables”, añade Baleiron.

David Camps: “El covid-19 ha hecho replantear o redefinir su propósito a muchas empresas”

Medio ambiente: un eje transversal para todos los sectores

Que David Camps y Pablo Baleiron hablen de sostenibilidad y medio ambiente desde empresas vinculadas a la salud no es casualidad. La sociedad está cambiando y las empresas deben cambiar con ella: un estudio de Capgemini Research Institute apunta que el 52% de los consumidores dice que comparte una conexión emocional con productos u organizaciones que percibe como sostenibles. El estudio de Wallapop aún va más allá: el 87% de los españoles creen que, después de la lucha contra la covid-19, lo más importante es la sostenibilidad.

Hemeroteca: ¿Cómo afecta el deterioro del medio ambiente a la salud?

También combina las dos áreas Aigües de Barcelona, partner de nuestro programa S2B Tech4Climate: “Nuestra compañía trabaja por y para las personas, especialmente en los momentos más difíciles, como a raíz de la pandemia por la covid-19”, explica Catalina Balseiro, directora de Innovación y Conocimiento, quien añade que entre otras acciones vinculadas a la pandemia “Aigües de Barcelona ha desarrollado, en colaboración con Cetaqua, el Centro Tecnológico del Agua y la Universitat de Barcelona, covid-19 City Sentinel, una herramienta que monitoriza las aguas residuales y que detecta y cuantifica la presencia del virus SARS-CoV-2 en estas aguas. Una gran ayuda para anticipar escenarios y tomar decisiones ante el desafío que supone la pandemia para toda la población”.

Pero no solo eso, Aigües de Barcelona también tiene un foco social en el que, a través del Fondo de Solidaridad, evitan que nadie se quede sin agua porque no pueda pagarla por razones económicas. “Ahora damos un paso adelante con una nueva tarifa social para bonificar 300 litros de agua diarios a los 60.000 hogares del área metropolitana en riesgo de exclusión social que tengan a todos sus miembros en paro, que estén en situación de pobreza energética o que reciban una pensión mínima”, afirma Balseiro. Y, por supuesto, el cambio climático como punto de mira: “Queremos seguir siendo motor y ejemplo a seguir en la implementación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Una pieza clave de un gran pacto social para garantizar una recuperación económica sostenible y consolidar Barcelona como hub mundial de referencia en autosuficiencia y resiliencia hídrica, energética, con residuo cero y con plena adaptación al cambio climático, para construir junto a las administraciones y la ciudadanía una ciudad mejor”, remarca Balseiro. “En este sentido, talento, innovación y compromiso son nuestros tres pilares básicos para servir a la ciudadanía y hacer frente a los retos derivados del cambio climático. Esto se traduce en un ecosistema de innovación abierta en el que trabajamos en colaboración de 142 partners para afrontar los retos sociales y medioambientales, y para generar valor económico y social en el territorio”.

Catalina Balseiro: “Queremos consolidar Barcelona como hub mundial de referencia en autosuficiencia y resilencia hídrica y con plena adaptación al cambio climático”

“El cambio que se ha dado en este año de pandemia es la concienciación de la sociedad en general. Desde el confinamiento estricto todos fuimos conscientes del efecto que ejercemos los seres humanos en la naturaleza. Ver aquellas imágenes de las aguas transparentes de Venecia, el acercamiento de cetáceos a las costas o de animales salvajes entrando en las ciudades originó una fuerte corriente medioambiental que aún continúa”, asegura por su parte José María Muro, CMO de Ciclogreen, startup acelerada en S2B Tech4Climate e invertida por Equity4Good. “Aunque antes de la pandemia las empresas ya trabajaban su responsabilidad social, la nueva tendencia está propiciando una mayor demanda. En este contexto, conseguimos aumentar nuestra facturación un 50%”, explica Mora, quien añade que llevan más de 12 millones de km. recorridos de forma saludable por sus usuarios, lo que ha ahorrado 3 millones de kg. de CO2 a la atmósfera.

Similar se expresan Luis Ribó y Celina Tamagnini, cofundadores de Circoolar: “A nivel de producto, lo que es la moda laboral se ha visto bastante parada. Así pues, hemos tenido que cambiar hacia las mascarillas y hacia el merchandising textil ético y sostenible como palanca para mantener a los equipos. Pero a nivel concienciación, actitud y comportamiento hemos visto un gran impulso de la sostenibilidad. Cada vez son más las empresas y las personas que comprenden que tenemos una oportunidad única para colocar a la sostenibilidad donde se merece, de poder construir un futuro (y presente) más justo y sostenible. Aún así creemos que falta acabar de dar el paso hacia la acción”. Y eso es lo que hicieron ellos, creando una startup que solo en su primer año de vida consiguió reducir el residuo de botellas de plástico en 10.000 unidades y generar un menor impacto medioambiental en emisiones de CO2, consumo de agua y electricidad gracias al uso del algodón orgánico y el poliéster reciclado.

Circoolar: “Cada vez son más las empresas y las personas que comprenden que tenemos una oportunidad única para colocar a la sostenibilidad donde se merece”

La crisis ha impuesto una conciencia colectiva en la sociedad de tal modo que la sostenibilidad se está imponiendo a lo largo de la cadena de valor y de consumo generando una necesidad de transparencia”, añade André L. Vanyi-Robin, CEO de Nozama, startup que se fundó en 2019 -y que formó parte del programa S2B Tech4Climate el año pasado- con la misión de proporcionar tecnología a las empresas para ser sostenibles y tener un impacto medioambiental positivo. “Cuando estalló el confinamiento, las ventas de Nozama.market se dispararon permitiendo generar ingresos que facilitaron la aceleración de tracción de la compañía y también sus datos de impacto, consiguiendo en 2020 evitar la emisión de 10,07 toneladas de CO2 y la recuperación de 3.781 kg de residuos, que a su vez se entregan a una empresa de reciclaje”, expone André.

Educación: hacia un modelos híbrido

Otro de los sectores que se vio obligado a reajustarse durante este período es el educativo. Prácticamente de la noche a la mañana los profesores tuvieron que adaptar sus clases presenciales a un entorno online no para todos fácil y conocido. “Hubo colegios mejor preparados que pudieron ponerse en modo online en solo unas semanas y mantuvieron clases con mayor o menor normalidad, pero se estima que no fueron más de un 20 o 30 % de los casos”, afirma José María de Moya, director del periódico Magisterio en un artículo de El País.

No obstante, un año después ya hay quien asegura que, aunque primará la presencialidad, las nuevas herramientas generarán modelos más híbridos, que según un estudio de Qustodio, alcanzan actualmente hasta un 30% de los centros de Secundaria. Por este modelo apuestan también startups como Fiction Express -también invertida por nuestro vehículo Equity4Good-: “Al principio de la pandemia, pensando que esto duraría poco, los colegios reaccionaron lento. Pero, de repente, se dieron cuenta que ahora sí necesitaban herramientas digitales porque los colegios estaban cerrados. Durante este año se ha generado tanta experiencia que incluso los más reticentes han empezado a ver los beneficios y que, aunque no todo tiene que ser digital, contar con buenas herramientas digitales en educación ofrece ventajas como la personalización, la facilidad en la medición y seguimiento, en muchos casos ya no son necesarios los exámenes y nos podemos basar más en las competencias. Y esto ha llegado para quedarse, ya no hay vuelta atrás”, remarcan Sven Huber y Cristina Puig, cofundadores de Fiction Express. Una startup que busca mejorar la competencia lectora a través del poder de la participación y que en 2020 contó con 120.000 alumnos en la plataforma, que leyeron 1,6 millones de capítulos, respondieron 1,4 millones de tests y dejaron 135.000 comentarios en el foro.

Fiction Express: “Incluso los más reticentes han empezado a ver los beneficios y que contar con buenas herramientas digitales en educación ofrece muchas ventajas”

“Este período ha acelerado el crecimiento y hemos notado un aumento de la demanda a todos los niveles. Hemos multiplicado por 3 el número de usuarios y la facturación”, explica también Víctor Sánchez, de Smile and Learn. “Esto nos demuestra la necesidad de los contenidos digitales educativos, un modelo que ha llegado para quedarse. La situación vivida por el covid-19 ha acelerado la toma de decisiones para ir hacia un modelo en el que la digitalización tiene un rol importante, quizás no para todo y todo el tiempo, pero sí como un apoyo imprescindible”, asegura Sánchez.

Por su parte, Cristina Balbás, directora de Escuelab, proyecto participante en la primera edición de Rezinkers4Impact, también cree en el futuro del modelo híbrido pero se muestra más cauta: “nosotros trabajamos con niños de 3 a 14 años, edades muy difíciles para substituir la educación y la experiencia presencial por una educación online. La tecnología puede ayudar, y en nuestro caso le hemos dado la vuelta durante este período para formar a los profesores y que ellos puedan después implementar en las aulas”. “También hay que ver que durante este tiempo ha habido cierta saturación de contenidos, muchos de ellos solo de entretenimiento. Probablemente esto se equilibrará y quedarán los recursos que realmente tengan más impacto y que se puedan incluir en el currículo académico”, enfatiza.

Subscribirse al Directorio
Escribir un Artículo

Destacadas

Axon moves into Cloud Technology

by Axon Partners Group

cloud technology

Sherpa Capital apuesta por el sector de ...

by Sherpa Capital

Sherpa Capital ha anunciado su entrada en el sector de la Seguridad tr...

Diapositiva de Fotos