Reimagine Food acelera su estrategia de crecimiento con el objetivo de consolidarse como uno de los principales referentes internacionales en la detección de innovaciones y modelos de negocio disruptivos en el sector de la alimentación. La compañía acaba de dar entrada a dos nuevos socios a su accionariado, abrirá la próxima semana una oficina en Washington (Estados Unidos) y prepara la constitución de un fondo de capital riesgo para invertir 100 millones de euros en start up vinculadas a la innovación alimentaria y el sector food-tech. Los nuevos accionistas de Reimagine Food son Paloma Figueras-Dotti Daurella, una de las propietarias del grupo Cobega, y Luis Seguí, socio director de Miura Private Equity y presidente de Guzmán Gastronomía, que entran con el 10% y el 5% del capital, respectivamente.

Según avanza a EXPANSIÓN el consejero delegado y co-fundador de Reimagine Food, Marius Robles, el vehículo de inversión se denominará Reimagine Food Ventures y podría estar listo en un plazo de doce meses, una vez culminen los trámites de registro ante la CNMV.

El objetivo es que el fondo levante 100 millones entre inversores interesados en participar en compañías que podrían revolucionar la industria alimentaria a nivel mundial. El reto es levantar el 80% del capital entre inversores extranjeros. El resto procedería de sociedades españolas y de la propia Reimagine Food. “Con 100 millones nos convertiremos en el segundo fondo europeo especializado en este sector, por detrás de Terra Capital, que tiene un vehículo de 128 millones para agroalimentación”, asegura.

Inversores extranjeros

Reimagine Food Ventures tomará participaciones en start up que ya tengan algo de rodaje y hayan demostrado la viabilidad de su modelo de negocio y requieran fondos para financiar su crecimiento. Entre los objetivos de inversión del vehículo podrían figurar algunas de las 20 food-tech que Reimagine Food ha acelerado en los dos últimos años a través del programa Prometheus, entre las que destacan las estadounidenses Impact Visión y Edamam y la catalana Nu4Mat. “Asistiremos a la uberización de la alimentación: estamos ante un escenario de cambio radical y transformador”, afirma Robles, que destaca el auge de los superalimentos, los sustitutos alimentarios, la proteína vegetal, la aplicación del big data al sector, y el Internet de las Cosas, que permitirá, por ejemplo, que el frigorífico esté permanentemente conectado con el supermercado.

Ganar músculo financiero para el lanzamiento de este fondo y la apertura de oficinas en el exterior son los principales objetivos de la ampliación de capital que ha efectuado Reimagine Food, cuyo importe prefieren no desvelar. Los nuevos fondos han sido aportados por la empresaria e inversora Paloma Figueras-Dotti Daurella, consejera y accionista de Cobega y Cacaolat y copropietaria de los restaurantes barceloneses Casa Paloma y Chez Cocó.

Por su parte, a través de Guzmán Gastronomía –una de las participadas de Miura–, ha entrado Luis Seguí, que aportará su dilatada experiencia en capital riesgo.

Figueras-Dotti, con un 10% del accionariado, y Seguí, con el 5%, se incorporarán al consejo de Reimagine Food y ampliarán a seis el número de accionistas de la firma barcelonesa. Los principales socios son los dos co-fundadores, Marius Robles y Natura Bissé, que controlan el 30% cada uno. El 25% restante se reparte entre Europastry y Emesa, el grupo inversor del abogado Emilio Cuatrecasas.

Facturación

Reimagine Food suma 17 empleados, facturó 400.000 euros en 2015 y su objetivo es ingresar 1,4 millones en 2016. Estas cifras podrían dispararse el próximo año gracias a la apertura la próxima semana de una oficina en Washington que podría facturar 3 millones el primer año.

La sucursal estadounidense –a la que seguirá otra en Singapur– se centrará en el desarrollo del proyecto smart food cities, que pretende explotar las oportunidades de negocio que ofrece la tecnología en la alimentación de las grandes ciudades, donde se prevé, según la ONU, que resida el 50% de la población en 2050. La agricultura vertical y las nano-granjas son algunos de los ámbitos en los que trabajará Reimagine Food en Washington, donde prevé colaborar con el Banco Mundial. “La agricultura urbana se multiplicará y adoptará nuevas formas; incluso llegaremos a producir en nuestras casas un 40% de la comida que forma parte de nuestra dieta”, augura Robles. La reducción del desperdicio alimentario y la lucha contra la obesidad serán otros de los focos de la oficina americana.

Por Sergi Saborit / Expansión

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