Las consecuencias negativas de una fuerte dependencia de las pymes a los préstamos bancarios salieron a la luz durante la crisis. El tejido empresarial español se vio afectado hasta producirse una desaparición del 20% de las empresas durante los primeros años de la crisis. A raíz de la experiencia vivida, las pymes recurren ahora más que nunca a financiarse con fondos propios. En 2018, un 28,1% de las pymes se financiaron con fondos propios, casi el doble que en 2016, según Cesgar. Sin embargo, la selección de un solo instrumento puede suponer la saturación de una fuente de financiación que podría ser necesaria en otras circunstancias.

En esta búsqueda del equilibrio de las fuentes de financiación, no se trata de evitar a los bancos, si no de buscar la mejor opción de financiación según el tipo de proyecto, la cuantía necesaria y la duración de la financiación. De esta manera, aunque las empresas puedan considerar, por ejemplo, que una línea de crédito es barata y fácil de obtener, no será el mejor canal a la hora de financiar un proyecto de inversión a medio o largo plazo. De hecho, el mismo informe de Cesgar muestra que el 10,4% de las pymes que han conseguido financiación en 2018, lo han obtenido a un plazo inferior al deseado.

El correcto equilibrio de las fuentes de financiación permitirá a la pyme tener una robusta estructura financiera para capear mejor cualquier coyuntura económica. Desde La Fintech October, hacemos un repaso por las más reconocidas en España:

  • Banca: Evitar esa dependencia no significa dejar de lado a los bancos en la estructura financiera. Toda pyme debe contar con dos o tres bancos, sobre todo cuando se trata de financiar el circulante de la empresa, es decir las necesidades a corto plazo. Y para este tipo de necesidades, los bancos ofrecen líneas de crédito, préstamos, tarjetas de crédito. Además, lleva a cabo compras a plazos de los cobros, incluso puede hacerse cargo de las facturas pendientes con los servicios de confirming, entre otros que favorecen la actividad empresarial.
  • Crowdlending: Cuando se necesitan fondos para un proyecto de inversión relacionado con bienes materiales o inmateriales, como puede ser financiar la compra de una empresa, la internacionalización del negocio, la digitalización de las empresas, aperturas y reformas de nuevos locales y las contrataciones, las pymes pueden recurrir a una plataforma de crowdlending. Con préstamos de entre 30 mil y 5 millones de euros para pagar hasta en 7 años, el crowdlending se trata de una solución sencilla y digital que no exige garantías reales ni supone la contratación de productos vinculados. En este caso, October como plataforma líder en crowdlending a empresas, ofrece préstamos para la inversión, así como soluciones de renting, incluso puede llegar a dar financiación al estilo capital riesgo, pero sin sus elevados costes, cubriendo operaciones más complejas que los bancos no pueden asumir.
  • Capital Riesgo: Las pymes más grandes, aquellas que facturan por encima de los 50 millones, tienen la posibilidad de acudir al capital riesgo cuando necesitan fondos para sus proyectos de inversión a largo plazo. Este tipo de financiación, que suele ser la forma de financiación más cara, se usa principalmente cuando se quiere comprar una nueva empresa o expandir el negocio a nivel internacional, así como para grandes proyectos de inversión y crecimiento. El capital riesgo y las family offices ofrecen préstamos a largo plazo.
  • Financiación mixta: En muchos casos las pymes tienen que hacer frente a grandes operaciones, por ejemplo, comprar un competidor o invertir en la creación de una nueva línea de negocio. Para proyectos de este tipo se requiere de una estructura financiera más compleja. Este tipo de financiación mixta puede incluir préstamos por parte de un banco, una plataforma de crowdlending y del capital riesgo, de tal manera que cada uno de los actores pueda ajustarse a las necesidades de las pymes en cuanto a los plazos de la devolución del préstamo y las cantidades a devolver. La financiación mixta ofrece principalmente préstamos a largo plazo.

En palabras de Grégoire de Lestapis, CEO de October España, "October nació para democratizar la financiación de las pymes españolas y europeas. Nosotros queremos facilitar el acceso a la financiación y creemos que es fundamental para el desarrollo de cualquier pyme contar con una estructura financiera sólida. Por ello, siempre hemos recomendado diversificar las fuentes de financiación, ampliando sus posibilidades para hacer realidad sus proyectos empresariales. La actual concentración bancaria impide tener un pool de bancos y cajas, entre 10 y 15, como se tenía antes de la crisis, sin embargo, existen otras opciones para conseguir esta diversificación. Las grandes empresas tienen muchas opciones para financiarse (mercado de capitales, emisiones…). Las pymes antes no tenían tantas opciones, pero ahora ya pueden contar con bancos, plataformas de crowdlending y capital riesgo o una combinación de los tres de una manera equilibrada para crecer con fuerza".

Fuente: October

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