Por C.G. Bolinches / Expansión
Después de adquirir en los últimos meses Taberna Volapié y las panaderías El Molí Vell, SantaGloria y L’Obrador, FoodBox planea otras dos adquisiciones hasta finales de 2015. “Nuestro objetivo es tener entre cuatro y cinco marcas, para lo que realizaremos dos adquisiciones antes de final de año”, asegura a EXPANSIÓN su consejero delegado, Augusto Méndez de Lugo. “Buscamos marcas emergentes, en desarrollo, aunque no desaprovecharíamos otras opciones si las hubiera en el mercado”, matiza.
Para lograr este crecimiento, la previsión de FoodBox, creada a principios de este año, es invertir alrededor de 60 millones de euros y alcanzar una red de, aproximadamente, 300 establecimientos en un plazo de tres o cuatro años. “No haremos menos de 30 aperturas cada año”, recalca el directivo. Actualmente, FoodBox cuenta con una red de 89 establecimientos, de los que 39 locales corresponden a Taberna Volapié y, el resto, a las panaderías, las dos patas sobre las que asentará su crecimiento.
Consolidación
“Aún hay margen de consolidación en el sector de la restauración organizada”, indica Méndez de Lugo, “y, en este proceso, las marcas que permanecerán serán las más sólidas, que se mantengan fieles a su origen”, argumenta.
Sobre las previsiones de la plataforma multimarca, su consejero delegado estima que, a cierre del ejercicio 2015, su facturación alcanzará los 35 millones de euros y su ebitda se situará en tres millones de euros, aproximadamente. “Ya somos rentables”, indica Méndez de Lugo aunque no desvela cuál será su beneficio al final de año.
Esta evolución se verá beneficiada, asegura, por el cambio de tendencia en el consumo, ya que la hostelería ha sido uno de los sectores más perjudicados por la crisis. “Estamos percibiendo un cambio positivo en el consumo, hay más tráfico, además de un aumento de ventas por local”.
En cuanto al reparto del capital, su consejero delegado señala que el 90% está controlado por Nazca– la gestora de fondos de capital riesgo que invierte, principalmente, en pequeñas y medianas empresas no cotizadas–, mientras que el 10% restante permanece en manos del equipo directivo. Una participación que, señala, puede variar en función de la evolución de los resultados de FoodBox.
La internacionalización de la enseña de restaurantes no está sobre la mesa, al menos por el momento. “La haremos cuando las marcas estén consolidadas o cuando encontremos el socio adecuado, pero el desarrollo inicial es nacional y ambicioso”. El último paso de FoodBox ha sido el fichaje del chef Dani García como asesor tanto para las cadenas actuales como para las que adquiera en el futuro. “Con él buscamos posicionamiento, el diseño y la innovación de nuestros productos. No se trata de una colaboración puntual sino de un proyecto a largo plazo”, argumenta el director de márketing de FoodBox, Jesús Manuel Muñoz.
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