La startup española Odilo, que permite a colegios, universidades y empresas crear sus propios ecosistemas de aprendizaje, ha levantado 60 millones de euros en su última ronda de financiación, liderada por el inversor londinense Bregal Milestone. También han participado en ella la firma inversora Swanlaab y el CDTI.
Un nuevo empujón para una empresa que, desde su creación, ha proyectado una trayectoria envidiable y que le servirá para continuar creciendo y acercar su biblioteca de aprendizaje electrónico a más empresas y entidades.
Diez años de crecimiento para Odilo
Esta no es la primera ronda que cierra la edtech, puesto que ya había logrado recaudar más de 20 millones de euros en rondas previas. Odilo ha demostrado ser una apuesta segura, no hay más que ver sus resultados e hitos en los diez años que lleva activa.
Actualmente la plataforma cuenta con 8.500 clientes, alcanza a más de 170 millones de usuarios y está presente en 52 países (28 más que en 2019), cifras que la revelan como una de las edtech con mayor crecimiento de Europa. Esto, sumado a la gran cantidad de contenido educativo multiformato que ofrece (3,9 millones de contenidos de más de 6.700 proveedores distintos y disponibles en hasta 93 idiomas), le ha permitido ir creciendo partiendo de la idea de convertirse en un «Netflix de la educación».
Ahora, Odilo pone el foco en continuar con su expansión y llevar su solución a más países y empresas, buscando en concreto reforzar su presencia en Norteamérica y África. Así mismo también emplearán lo recaudado en la ronda para aumentar su catálogo de contenidos.
La revolución del sector de la educación
Rodrigo Rodríguez, CEO y fundador de Odilo, antes de enredarse en la aventura profesional que supuso crear esta empresa en 2012, trabajó en el sector del cloud computing, lo cual le permitió acumular conocimientos acerca de la tecnología que empleaban muchas bibliotecas. Fue con el éxito del formato ebook cuando Rodríguez comenzó a darse cuenta de las oportunidades que la tecnología ofrecía a las bibliotecas y al sector educativo en general.
«En el medio plazo, instituciones de todo tipo ofrecerán acceso a contenidos educativos digitales a sus usuarios, empleados y estudiantes del mismo modo que ahora ofrecen acceso WiFi«. Este vaticinio fue el que el propio Rodríguez nos confesó allá por el 2015 en una entrevista, y vaya si tenía razón.
En los últimos años este tipo de contenidos han alcanzado su máximo apogeo. Y más desde la pandemia, un hecho que obligó a apostar por ellos y a confirmar su utilidad y lo necesarios que son, no solo en lo tocante a la educación en etapas escolares, sino también el lo relativo al desarrollo personal y profesional. De hecho, entre quienes hacen uso de Odilo para impulsar el aprendizaje se incluyen organizaciones educativas como la Universidad Nacional de Valencia, entidades como el Ministerio de Educación de Costa de Marfil o grandes empresas como Vodafone.
Por el momento, en la biblioteca de Odilo ya hay 3,9 millones de contenidos, entre los que se incluyen 3 millones de libros, además de otra serie de contenidos como podcast, cursos y demás materiales de interés.
El crecimiento de la empresa ayudará a continuar extendiendo estos conocimientos por el mundo, en un intento también de acercar la educación a la gente, como afirma Rodrigo Rodríguez. “Nuestra misión es la de crear igualdad en la educación y el aprendizaje, garantizando que el contenido digital de mayor calidad sea accesible y asequible para todos. Nuestras últimas cifras demuestran que lo estamos consiguiendo y nos animan a seguir creando ecosistemas de aprendizaje ilimitado para colegios públicos y privados, universidades, empresas y otras organizaciones de todo el mundo con el objetivo de ayudar a sus alumnos y empleados a alcanzar su máximo potencial».
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