Por Lalo Agustina / La Vanguardia

Una semana Vodafone se come a su competidor Ono; otra llega el mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, y desembarca en Realia; entre medio, los Tous dan entrada a Partners Group, un fondo suizo, en el capital, con nada más y nada menos que el 25%; y, hace tan sólo unos días, El Corte Inglés –¡sí, El Corte Inglés!– cederá hasta el 10% del grupo de distribución al millonario Hamad bin Yasim al Zani, el exgestor del fondo soberano de Qatar, a través de una compleja emisión de bonos convertibles. Son sólo algunos ejemplos de la efervescencia empresarial que predomina en España y que hace las delicias –tras años de penuria– de los que se dedican al "emanei" –M&A, mergers and acquisitions–, es decir, las fusiones y adquisiciones.

"Estamos al principio de un ciclo positivo en el que se darán muchísimas fusiones y salidas a bolsa; creemos que el crecimiento será muy sólido y no habrá burbuja, será sostenible", asegura Jorge Adell, socio director del despacho Baker & McKenzie en España y responsable del área de M&A en su oficina de Barcelona. Esta firma, en colaboración con Oxford Economics, acaba de realizar un estudio sobre las tendencias en el mundo de las compraventas y operaciones corporativas. La conclusión es, dicho a la pata la llana, que se avecina un gran festín. En los países desarrollados, las fusiones y adquisiciones se habrán incrementado en un 50% de aquí al 2018 y las salidas a bolsa –de nuevo tras el parón de los ejercicios precedentes– también se multiplicarán. En España, por tres, según el informe. Adell apunta que en el trasfondo de esta tendencia hay múltiples factores, pero destaca uno: "Muchas empresas de Estados Unidos y Europa han acumulado grandes saldos de efectivo que tienen disponible para comprar nuevos negocios". Es lo que ya se está viendo desde hace meses una vez que ha tomado fuerza la recuperación que se inició a finales del 2013 tras la gran recesión y que, en el caso de España, ha llevado al PIB a cotas de crecimiento próximas al 3,5% y al auge de la bolsa.

"El M&A tiene correlación con la marcha de los mercados y cuando estos son alcistas, se disparan las operaciones", afirma Antoni Valverde, socio de Allen & Overy especializado en fusiones y adquisiciones. Por eso, lo acontecido en las últimas semanas con Grecia ha asustado a más de uno. Sin que se hay producido un freno, hay quien cree que pondrá las cosas en su sitio. "Los inversores de Oriente Medio o Asia, que miran más el largo plazo, no se van a retraer, pero los europeos es posible que se piensen un poco más las cosas, que se vuelvan un pelín más conservadores", añade Valverde. María José Menéndez, socia directora del departamento mercantil de Ashurst, coincide: "En el primer trimestre parecía que esto cogería más velocidad y no ha sido tan así, quizás por la incertidumbre política y lo de Grecia, pero da la sensación de que en España hay más movimiento y esto va a seguir". Y es que las operaciones de M&A se asientan sobre dos pilares: el dinero y la confianza. El primero, abunda: los bancos centrales han regado el mercado de billones de dólares, yenes, libras y euros. Las entidades financieras tienen un exceso de liquidez, con el problema de que la renta fija ya no les rinde y necesitan prestar.

Su problema –si no dan crédito, el dinero de los depositantes no les rinde– es la oportunidad de los inversores. El exceso de recursos en manos de la banca es idéntico al de los fondos soberanos y de capital riesgo, ávidos por comprar empresas. "Muchos fondos de capital llevaban años sin invertir y están obligados a realizar operaciones", dice Josep Cedó, socio de transacciones de PwC en Catalu-nya. En el último año, esta firma asesoró en deals como la entrada de Eurazeo en Desigual o la de Ardian Infrastructure Partners en Túnels Barcelona Cadí.

Los fondos empezaron a realizar operaciones cuando la economía todavía no se había dado la vuelta y se fueron directos a buscar objetivos –activos, unidades productivas de empresas concursadas o compañías– vulnerables, muy ajustados en los precios y, a menudo, con accionistas o propietarios en una situación de debilidad. El inmobiliario fue su primera estación, pero ahora ya están por todas partes.

Nieves Briz, socia de Jausas especializada en fusiones y adquisiciones, lo corrobora. "Los fondos buitre fueron los protagonistas indiscutibles hasta hace poco, pero ahora llega el momento del capital riesgo y de las operaciones industriales". En Jausas cerraron hace unas semanas la compra de la división de packaging de La Seda de Barcelona, en liquidación, por parte de Plastipak, una multinacional estadounidense del sector. Fue la mayor venta de una unidad productiva (328 millones) producida en España. Aunque la fiebre compradora afecta a todos los sectores, Briz destaca "las farmacéuticas, el sector turístico y hotelero, el inmobiliario, los seguros y el financiero como los más propicios para ver operaciones a corto y medio plazo.

La banca, otra vez, será protagonista. Naiara Bueno, socia de derecho mercantil de Garrigues especializada en fusiones y adquisiciones, ve acercarse "una segunda ola de reestructuración bancaria, con integraciones de entidades financieras y bastantes operaciones, algunas de gran tamaño". "Además, como durante la pasada crisis, la concentración llevará a otras operaciones de venta de activos, participadas y unidades de negocio", concluye Bueno.

Muchas de estas operaciones serán defensivas, por necesidad. Y con precios de derribo. En otros sectores, como en el farmacéutico, las compraventas que se cierran ahora son con múltiplos de ebitda –las veces que el beneficio bruto está incluido en el precio de la operación– elevadísimas, de 10 o más. También en algunas transacciones de algunas firmas de moda se han pagado sumas muy elevadas, propias de un mercado donde es el vendedor y no el comprador el que tiene la sartén por el mango. ¿Hay riesgo de un sobrecalentamiento? No hay unanimidad al respecto.

Según Rafael Roldán, socio director de transacciones de EY, "los precios pueden subir demasiado y esto, obviamente, no es bueno". "Pese a esto –añade–, no estamos todavía en los niveles del 2007". En esos años, al final del mayor ciclo expansivo que se recuerda, con los tipos bajos y la borrachera de crédito fácil que condujeron al desastre que vino después, se llegaron a pagar múltiplos de hasta 15 veces ebitda o incluso más en no pocas ocasiones. Ahora, la estructura de las operaciones ha cambiado y no son tan apalancadas, pero ya no son infrecuentes los cierres con 8 y 9 veces ebitda.

El problema de pagar demasiado en un caso y en otro y en otro es que, antes o después, pasa factura. Ahora ya nadie dice las tonterías que se oían en el año 2005 o en el 2006, cuando algunos construían sus propios modelos económicos y aseguraban que los ciclos habían pasado a la historia. No. Las burbujas, todas las burbujas explotan. En el M&A, aún no se ha llegado a este extremo. Los precios son altos en algunos casos, pero en términos generales no se están haciendo locuras.

"Los inversores tienen en cuenta muchos factores antes de apostar por una empresa: desde el riesgo país al crecimiento, los tipos de interés y los fundamentales de las compañías", sostiene José María de Paz, socio responsable del área de derecho mercantil regulatorio de RCD Abogados. Y, por ahora, todo lo anterior invita a la inversión. El informe de Baker citado al principio sitúa el pico de la actividad de M&A en el mundo en el 2017 en los mercados desarrollados y en el 2018 en los emergentes. Queda, por lo tanto, mucha "fiesta" por delante para disfrutar. Siempre que Grecia o China no lo estropeen...

SEIS FACTORES PARA AVIVAR EL FUEGO

Según un informe elaborado conjuntamente por el despacho de abogados Baker & McKenzie y Oxford Economics, existen al menos seis buenos motivos que impulsarán las fusiones y adquisiciones y las salidas a bolsa en los próximos años

1. LA FORTALEZA DEL DÓLAR. Muchos de los grandes fondos e inversores se encuentran en Estados Unidosoel entorno dólar. El cambio actual del billete verde con el euro favorece las operaciones.

2. LA POLÍTICAMONETARIA. Los tipos de interéssiguen en el subsuelo.Ynose espera que ni la Reserva Federal estadounidense ni el BCE acometan cambios drásticos en los próximos años.

3. LA RECUPERACIÓN. “La economía poscrisis se está normalizando, lo que constituye el mejor catalizador para las operaciones”, asegura Soenke Becker, presidente del área de Finanzas CorporativasyFusionesyAdquisiciones de Baker& McKenzie en Europa, Oriente MedioyAsia.

4. ELCRUDO. Los precios del petróleo, que se desplomaron el año pasado, no volverán a los altos niveles de los años previos al menosamedio plazo. Eso implica costes másbajosymayores beneficios en muchos sectores. Es decir,másgasolina para la recuperación.

5. LASREFORMAS. Becker destacacomo uno de los factores clave “las medidas estructurales adoptadas en España, el Reino UnidoyAlemania, entre otros; graciasaestas reformaspodemosesperar un mayor crecimiento”.

6. EL ATERRIZAJE CHINO. El gigante asiático crece aúnal7%. “Su ralentizaciónno será dramática; esperamos un aterrizaje suave”, concluye Becker.

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