Si bien el procedimiento a seguir para vender una empresa es bastante complejo y largo, las principales cuestiones y trámites son los detallados a continuación.

El primer paso para vender una empresa es analizar si realmente es el momento adecuado, pues puede que antes deban realizarse cambios estructurales y legales para mejorar la posición vendedora, o bien, se tengan que mejorar determinadas métricas de la compañía. Aunque hay muchos otros aspectos a valorar, estos dos son los más relevantes en este momento y podrían suponer diferir la venta en un período de entre aproximadamente 6 meses y algo más de 2 años.

Una vez identificado el momento adecuado para vender, hay que fijar un precio mínimo y máximo razonable, momento que podemos identificar como el segundo paso. Para ello hay que valorar la empresa y analizar la situación del del sector en el que opera la compañía.

El tercer paso, es definir la estrategia para encontrar posibles compradores, normalmente la mejor opción es contratar un asesor financiero especializado en fusiones y adquisiciones. A pesar de ello, a veces el vendedor puede encontrar potenciales compradores, sin necesidad de terceros. Sin embargo, el papel del asesor financiero también es útil para lograr el mayor precio posible durante el proceso de venta.

El cuarto paso es iniciar las negociaciones con el comprador (o distintos posibles compradores). El primer documento que se elabora con el inicio de las negociaciones es una carta de confidencialidad (no disclosure agreement “NDA”), junto con la cual se entrega una documentación básica.

Si tras el envío de la primera información básica el comprador sigue interesado, el segundo documento suele ser una carta de intenciones (letter of intent “LOI”). La LOI ya incluye varios acuerdos marco, algunos vinculantes y otros no vinculantes, sobre el estado de las negociaciones y el enfoque general de la operación de compraventa.

Una vez formalizada la LOI las partes pueden iniciar la due diligence, que es la revisión legal, financiera y operativa de la empresa. Ese momento podemos identificarlo como el quinto paso, centrado en la revisión del estado de la compañía.

Finalizada la due diligence y si no surgen contingencias que hagan retirarse al comprador, las partes continúan las negociaciones para cerrar los detalles de la operación. Como resultado de estas negociaciones finalmente puede formalizarse el contrato de compraventa (“SPA”). Este momento se corresponde con la última fase del proceso, que es la de preparación y formalización del contrato de compraventa.

El SPA, en el mercado de fusiones y adquisiciones de empresa, no se corresponde con los contratos de compraventa habituales, en tanto siguen la práctica internacional de origen anglosajón. Por ello, además de los términos y condiciones del contrato, se regulan las declaraciones y garantías del vendedor respecto al estado de la compañía (las representations and warranties “R&W”).

Finalmente, cabe destacar que en las compraventas de empresa a menudo se separa entre la fecha de formalización del contrato (“signing”) y la ejecución efectiva de la transmisión de la empresa (“closing”).

Si tienes dudas o quieres más información, contacta con nosotros.

Àlex Plana Paluzie Abogado área M&A
AGM Abogados

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