El concepto Fintech ilustra la conexión entre el sector financiero tradicional y la tecnología más disruptiva. Las entidades pertenecientes al sector Fintech gozan de una base tecnológica cuya aplicabilidad se expande sobre una amplia variedad de servicios y productos (transacciones y pagos, finanzas personales y gestión de patrimonios, financiación, seguros, real estate, etc.).

El atractivo de estas entidades reside en los atributos inherentes a su núcleo tecnológico, principalmente, la capacidad de personalizar los productos y servicios, la agilidad de sus operaciones y la automatización de los procesos. En consecuencia, la optimización y reducción de procesos y costes buscada por los actores financieros tradicionales, así como la necesidad de responder a la facilidad e intuición de uso exigida por los usuarios, ha concluido en un aumento de financiación de este tipo de entidades.

El mercado Fintech

El mercado global Fintech bate records con la llegada a un importe de transacciones de M&A de $57,8 billones en el primer semestre de 2018, obteniendo cifras muy superiores a las alcanzadas en todo 2017 y 2016, y a punto de sobrepasar los $62,5 billones de 2015. Este gran avance se debe principalmente a la operación sobre la plataforma de pago asiática Ant Financial que recaudó $14 billones el pasado junio y a la adquisición por Vantiv de la británica World Pay por $12,86 billones.

Atendiendo a las distintas zonas geográficas, las cantidades destinadas a la financiación y adquisición de compañías Fintech han alcanzado en Europa los $26 billones (americanos), en América (Estados Unidos excluido) $14,8 billones, en Estados Unidos $14,2 billones y en Asia $16,8 billones, cifras que auguran un año similar al 2015, donde se alcanzó la anteriormente mencionada cifra récord global de los últimos años.

Principales tendencias

  • Madurez de la industria
  • La industria Fintech está llegando a la madurez en determinadas áreas. En consecuencia, se está generando un proceso de consolidación y creación de oportunidades para operaciones de compraventa de ciertas entidades. Esta situación se debe principalmente a dos razones.
    Por un lado, el desarrollo de modelos de negocio rentables y productos más integrables al sector financiero, junto al creciente interés en la venta de sus entidades por parte de los propietarios, en especial aquellos que ya habían incorporado inversores en su accionariado, conlleva un mayor atractivo para los actores financieros tradicionales.

    Como indicador de ello, puede apreciarse un cambio notable en la relación entre el número de operaciones y el valor de las mismas estos últimos cinco años. Las operaciones son más grandes: el número de operaciones superiores a 20 millones de dólares ha pasado de tener un peso sobre el total de 12,1% en 2014 a un peso de 38,2% en 2018 H1. En sentido opuesto, el número de operaciones inferiores a 1 millón de dólares han sufrido un descenso de su peso porcentual desde un 41% en 2014 a un 3,4% en 2018 H1.

    Y por otro lado, como se ha señalado anteriormente, la madurez del sector Fintech no es uniforme entre sus subsectores. La divergencia en madurez entre los distintos subsectores Fintech deriva, en gran parte, del momento temporal de su creación y el interés mostrado por los actores tradicionales e inversores, siendo los subsectores relacionados a la banca tradicional los de mayor madurez financiera (grandes importes de financiación y adquisición) a raíz de su desarrollo anterior.

    Como exponente de esta situación, cabe mencionar que desde los años 2014 – 2015 la creación de compañías Fintech ha sufrido un descenso generalizado, especialmente acusado en el subsector dedicado a proveer servicios bancarios y relacionados con el mercado de capitales. En cambio, el descenso ha sido menor para los subsectores relacionados al ámbito de los seguros.

  • Incremento de la colaboración entre los actores tradicionales y los nuevos actores
  • El pasado año 2017 aumentó el porcentaje de colaboración entre las instituciones financieras tradicionales y la industria Fintech a un 45% de media desde el 32% en 2016, según la encuesta realizada por PwC y publicada en su Global Fintech Report 2017. La razón de este incremento de colaboración entre actores radica en varios factores.

    Primero, la banca tradicional, tras sufrir la reducción de márgenes por la caída de los tipos de interés (el spread entre depósitos y préstamos ha caído de 3,7% en 2003 a 2,3% en 2017; el interest margin obtenido por la banca de la zona euro por actividades retail ha descendido de 280€ billones en 2008 a 230€ billones en 2017), busca nuevas vías de rentabilidad. Segundo, la caída de márgenes ha obligado a la banca a desarrollar reestructuraciones que consisten, entre otras acciones, en optimizar procesos y reducir costes, así como la mayor utilización de soluciones digitales y servicios IT. Tercero, la creciente demanda de servicios más ágiles, eficientes e intuitivos por parte de los clientes también ha obligado a la banca tradicional a aumentar su apuesta tecnológica en sus productos y servicios.

    Estos factores han propiciado el aumento de colaboración entre actores, y se espera que la cifra crezca durante los próximos años, ya que el 82% de actores financieros esperan un aumento de sus relaciones con compañías Fintech durante los próximos 3 a 5 años.

    En relación al formato de colaboración, se observan tres formas distintas de actuación: construcción, compra o asociación (Build/Buy/Partner). Hasta ahora las vías elegidas por los bancos han sido la construcción y la asociación mediante participaciones minoritarias en compañías Fintech, principalmente en aquellas que respondían a los factores anteriormente mencionados. Esto ocurría a causa de las dificultades de integración de las Fintech en los actores tradicionales y el peligro de una desacertada valoración de las compañías.

    Aún y todo, se estima que aumente la vía de colaboración mediante compra a medida que las entidades Fintech se consoliden y los actores tradicionales ahonden en la integración tecnológica de sus compañías. Como exponente de ello, resulta interesante señalar las adquisiciones de Financeit y Final por Goldman Sachs, Gambit por BNP Paribas, Wepay por JP Morgan y Tradeplus24 por Credit Suisse, todas ellas realizadas a partir de septiembre de 2017 en los subsectores Fintech de financiación, gestión de patrimonios y transacciones y pagos.

    En definitiva, la percepción inicial de las Fintech como competidores ha evolucionado hasta considerarse estas entidades como nuevos medios de crecimiento y desarrollo, gracias a su base tecnológica y la agilidad en las operaciones, en muchos casos limitada en los actores tradicionales.

    • Regtech en avance constante

    La creciente presión regulatoria a la que se encuentra sometido el sector financiero ha supuesto una nueva vía de inversión y desarrollo para las Fintech. El subsector de la industria Fintech que da respuesta a esta oportunidad es conocido como Regtech debido a su objeto de trabajo.
    Su desarrollo actual se basa en su capacidad de reducir costes mediante la automatización de procesos (el coste de compliance ha aumentado un 60% para la banca de consumo e inversión tras la crisis), en la disminución de riesgos, y por ende de posibles sanciones (desde 2008 más de $300 billones en sanciones al sector financiero), en la capacidad de implementar ágilmente el constante flujo de regulación, y en su aplicabilidad a sectores distintos del estrictamente financiero.

    En consecuencia, la financiación obtenida por estas empresas en el primer trimestre de 2018 es superior al 50% de la financiación para cada uno de los años comprendidos entre 2014 y 2017, y sigue en crecimiento constante en los últimos trimestres, siendo más del doble respecto al primer trimestre de 2017.

    Además, las iniciativas creadas por las distintas autoridades reguladoras del mercado de capitales demuestran su interés en el desarrollo de este tipo de entidades, y así fomentar el crecimiento conjunto de nuevos modelos de negocio y el correspondiente marco legal. A título ejemplificativo, resultan interesantes los lanzamientos de diversos sandbox (espacios de pruebas supervisados por las instituciones para modelos de negocio sin una regulación vigente) en distintos países, siendo pionero el Reino Unido con el lanzamiento del primer sandbox relacionado a estos temas en 2016.

    Mercado M&A

    El número de operaciones y el volumen alcanzado en transacciones de M&A en la industria ha crecido este primer semestre de 2018 a niveles de récord. La realización de más de 200 operaciones y el alcance de $34,2 billones el primer semestre de 2018 establecen el mejor comienzo de los últimos años.

    Los $34,2 billones de financiación en transacciones de M&A se posicionan cerca de la cantidad alcanzada durante el año completo de 2017, donde la cifra total fue de $38,1 billones. Por otro lado, el Pre-Money Valuation (mediana) de compañías Fintech hasta el Q4 2018 ha sido de $24.8 millones, el doble que en 2017. Esto es resultado de la madurez de las compañías del sector, en especial aquellas que ya habían recabado financiación anteriormente.

    Los múltiplos en la industria Fintech son especialmente diversos, localizándose el EV/EBITDA 2018 Q4 de los distintos subsectores entre el mínimo de 11.4x (Servicios de pago) y el máximo de 41.4x (SaaS Financiero). Por otro lado, el EV/Sales 2018 Q4 varía de un máximo de 16,8x (Card Networks/Associations) a un mínimo de 2,1x (Servicios de pago). Esta dispersión se debe, principalmente, a los distintos modelos de negocio, estructura de costes y niveles de facturación en cada subsector y tipo de servicio Fintech.

    Principales Transacciones

    Las principales transacciones de M&A de entidades Fintech completadas el primer semestre de 2018 se han completado en Europa. A la cabeza se encuentra la mencionada adquisición de la plataforma de pagos británica World Pay por Vantiv tras el pago de $12.9 billones. En segundo lugar, se ha completado la adquisición de la sueca iZettle, también en el subsector de pagos y transacciones, mediante el pago de $2.2 billones por PayPal, quien ha realizado varias operaciones de adquisición a lo largo de 2018.

    A nivel nacional, al comienzo del presente año se produjeron las adquisiciones de la plataforma de transferencias de dinero Transfer Zero por la compañía de servicios bitcoin BitPesa, así como la adquisición de la proveedora de servicios a gestoras de patrimonios Finametrix por la plataforma de fondos de inversión Allfunds Bank. Por otro lado, a mediados de año se cerraron las operaciones de compra sobre las plataformas de financiación online Aplazame e Instant Credit por los bancos Wizink Bank y el Banco Sabadell respectivamente.

    En definitiva, el sector Fintech ha crecido exponencialmente en los últimos años, y empieza a acercarse a una etapa de mayor madurez. Aún así, su capacidad de mejorar los modelos operacionales existentes y la agilidad y novedad de sus propuestas hacen prever que seguirá siendo un vector de crecimiento clave en el área de los servicios financieros. Esto se traducirá sin duda en más y mayores operaciones de M&A. En la medida en que esto supondrá beneficios tanto para consumidores como para empresarios emprendedores, brindemos por ello.

    Asier Arriola, Analyst

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