El interés por España de nuevos inversores de capital riesgo cobra cuerpo

Por Mamen Ponce de León / Expansión

No es solo que los grandes fondos extranjeros de capital riesgo ya vinculados a España hayan intensificado su actividad ante las expectativas de recuperación económica y el atractivo de los precios. El interés por el país ha calado en los círculos de inversión internacionales hasta tal punto que cada vez hay más nuevos agentes ávidos de realizar adquisiciones. Y si hasta la fecha ese incipiente apetito solo parecía una promesa, ahora ya comienza a haber datos suficientes que prueban que la tendencia adquiere tintes de realidad.

Varias gestoras de private equity han dado el paso del dicho al hecho en los últimos meses. El último exponente es OpCapita. La sociedad había tanteado alguna adquisición en el país con anterioridad. También operaba la división en España de la compañía británica de videojuegos Game. Pero no fue hasta el viernes pasado cuando concretó su primera compra de una empresa 100% española: la cadena de congelados La Sirena.

Después de meses de conversaciones en exclusiva con los actuales dueños (el equipo directivo que encabeza Francesc Casabella) y con la banca acreedora, obligada a asumir una fuerte quita, el fondo británico ha adquirido la totalidad del capital, en una transacción valorada en unos 45 millones de euros, incluyendo la deuda.

Pese a que OpCapita es un inversor con voluntad internacional y que inició su actividad en 2006, nunca antes había apostado tan decididamente por España. No es casual que este hecho se produzca justo ahora. Ha influido el cambio de enfoque hacia el país. Si hasta hace apenas unos meses los inversores no querían ni oír hablar de tomar posiciones en una economía decaída y que arrojaba serias dudas, desde el verano de 2013 se ha alimentado una postura radicalmente contraria: España es fuente de oportunidades y quien no se dé prisa se las perderá.

Ese ha sido un reclamo importante para operadores novatos en el mercado español. Aunque en la apuesta de OpCapita no solo ha pesado este factor. Las perspectivas animan a venir, pero luego hay que acertar con una puerta de entrada. El fondo británico ha encontrado en La Sirena la horma de su zapato. Aparecían en comunión sus dos grandes vocaciones: es experto en el sector deretail y consumo y además está especializado en situaciones especiales, es decir, en acudir al rescate de compañías en dificultades.

Si un inversor tiene los ojos puestos en una zona de influencia existen, sin embargo, muchas opciones de que la oportunidad surja tarde o temprano. Y como ha ocurrido con OpCapita, otros nuevos operadores están descubriendo en España empresas que se ajustan a sus deseos. Es más, estas firmas cada vez tienen más presencia en los procesos competitivos.

Según los agentes que intervienen en el sector, no debería sorprender que en lo venidero sean los que se lleven el gato al agua, ganando a otros fondos con más experiencia en el país. «Hemos detectado que acuden a nosotros muchos fondos que hasta ahora no tenían a España entre sus objetivos», dicen desde una de las firmas intermediarias que asesora a las gestoras en los procesos de compra.

«La mayoría son europeos y estadounidenses, pero también los hay de procedencias más atípicas», subrayan. Dentro de estas geografías más exóticas, estarían Latinoamérica y Asia. «Han estado explorando el terreno durante varios meses, pero es ahora cuando empiezan a participar en operaciones», zanjan.