El inversor Pablo Garriga, impulsor de la sociedad de capital riesgo Collins, ha puesto en marcha un nuevo instrumento denominado Muriyin Inversiones. El vehículo ya ha cerrado dos operaciones valoradas en 18 millones de euros y prevé realizar una ampliación de capital de al menos 30 millones de euros con el objetivo de llegar a los 50 millones de euros en pocos meses.
“Buscamos empresas en situaciones especiales”, resume el directivo, en referencia a compañías en las que se puede comprar deuda para capitalizarla y entrar después en la gestión. El otro foco del fondo serán las empresas en concurso de acreedores y aquéllas con problemas entre los socios, donde Muriyin ve una oportunidad para desembarcar.
El vehículo se puso en marcha a finales del pasado ejercicio y en él Garriga tiene una posición de control. La intención, ahora, es dar entrada a inversores institucionales. Uno de los sectores donde este fondo intentará realizar inversiones es el inmobiliario, si bien también buscará negocio en otros segmentos.
Por el momento, Muriyin ha realizado dos operaciones, que han consistido en la adquisición de sendos hoteles en Baleares y la Costa Blanca (Alicante), cuyos nombres Garriga prefiere no desvelar por motivos de confidencialidad. En el caso de las islas, se ha producido una compraventa; el establecimiento está alquilado. En el de la costa de la Comunidad Valenciana, Muriyin asumió la deuda y pagó por la participación.
En estos casos, la previsión de este fondo consiste en reflotar ambas instalaciones turísticas y venderlas en un plazo de dos años. Garriga explica que espera cerrar nuevas operaciones en este sector, que este verano vivirá un nuevo récord en España por la afluencia de turistas extranjeros.
Muriyin trabaja ahora en incorporar nuevos inversores. Según Garriga, se está ultimando la entrada de dos fondos institucionales británicos. También tiene la puerta abierta en España, pero aquí la preferencia son inversores no institucionales.
Diferencias
A diferencia de Collins, Muriyin realiza operaciones de mayor riesgo, ya que se trata de empresas que se rescatan, generalmente con poco valor y a las que hay que dar un impulso con el objetivo de venderla a corto plazo.
En cambio, en el primer vehículo citado se apuesta por empresas generalmente nuevas y que están en rampa de crecimiento, donde Collins, con un capital comprometido de 15 millones de euros, se implica en la gestión y el plazo de venta.
La última inversión ejecutada es la de Energy House, una firma de asesoramiento en energía para empresas. El equipo de gestión de Collins se aprovechará para gestionar también Muriyin.
Por Artur Zanón / Expansión
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