Casi tres años después de tomar el control de Suanfarma, la gestora española de private equity Proa Capital considera que es hora de traspasar las riendas de la empresa a un nuevo inversor. El fondo ha acordado la venta de una mayoría de la participación que tiene en el accionariado al británico Intermediate Capital Group (ICG), que, junto al equipo directivo que encabeza el fundador, presidente y consejero delegado, Héctor Ara, pasará a dirigir los pasos de la farmacéutica, según constatan fuentes conocedoras del proceso.
Después de esta operación –cuyo precio no ha trascendido–, ICG se convertirá en el propietario mayoritario y Ara y Proa permanecerán como socios minoritarios dentro del fabricante de principios activos y productos para farmacia y biotecnología. El cambio solo depende del visto bueno de las autoridades pertinentes, aunque no se anticipan problemas.
La incorporación de Suanfarma revalida la apuesta de ICG por España, donde entró en 2004. La gestora, que cotiza en la Bolsa de Londres y tiene unos 28.000 millones de euros de activos bajo gestión, materializará la inversión en el grupo farmacéutico a través del vehículo ICG Europe Fund VI, con recursos por valor de 3.000 millones de euros. Con esta transacción, dará por agotado este fondo.
Desde que opera en el mercado español, ICG ha inyectado más de 1.200 millones de euros en empresas locales, entre las que se incluyen el productor de tableros Garnica y las clínicas dentales Vitaldent. Ahora añade a la cartera Suanfarma. Y no se descarta que puedan venir otras compras en el corto plazo, ya que la entidad se encuentra en un punto avanzado del proceso de recaudación de un nuevo fondo, concebido para dar continuidad a la estrategia en Europa y que trata de captar 4.000 millones de euros.
Por el lado de Proa, la salida parcial de Suanfarma representa la primera desinversión del segundo vehículo de la firma, que levantó a finales de 2014 con un potencial de más de 350 millones. Además de Suanfarma, con este fondo la gestora que dirige Fernando Ortiz ha tomado posiciones en el fabricante de zumos Fruselva, el laboratorio de soluciones oculares Avizor, la cadena de hostelería Grupo Vips, el productor de uvas sin pepita Moyca y la empresa de recursos humanos MAW.
Al traspaso de Suanfarma pronto le seguirá el de los aparcamientos Saba, donde Proa y el resto de minoritarios (los fondos Torreal y KKR) han forzado un proceso de venta.
Internacionalización
La redistribución del accionariado en Suanfarma se produce toda vez que Proa entiende que ya ha respondido a las expectativas abiertas con su entrada en la empresa –sobre todo, en el apartado de la internacionalización–, y que la compañía necesita iniciar una nueva etapa con el respaldo de un inversor acorde a la dimensión que está adquiriendo y a las grandes perspectivas que tiene por delante.
Desde 2015, el grupo no solo ha incrementado su eficiencia productiva, sino que ha elevado su presencia en el exterior, particularmente en países de Europa y Latinoamérica, India, China y Dubái. Para 2018 –año en el que celebra los 25 de vida–, las previsiones de facturación de la farmacéutica apuntan a una cifra superior a 200 millones. Alcanzar este importe será posible gracias al crecimiento orgánico pero también a la integración de activos adquiridos en el pasado reciente que le han permitido ganar peso en la industria, como la de la portuguesa Cipan.
Los directivos de Suanfarma confían en que el aterrizaje de ICG contribuirá, asimismo, a acelerar este proyecto de expansión y diversificación. Las aspiraciones no son modestas: el grupo espera alcanzar los 350 millones de ventas en 2023.
Por Mamen Ponce de León / Expansión
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