Por Lalo Agustina / La Vanguardia
Carlos Tusquets y Ramón Betolaza, presidente y consejero delegado de la firma de gestión de activos Trea Capital Partners, están a punto de cerrar la constitución de un fondo de financiación alternativa para pymes que con el tiempo aspira a contar con unos 150 millones de euros disponibles para prestar.
“ Nos dirigimos a compañías un poco abandonadas por la banca, que tengan un buen negocio y beneficios de explotación, pero que necesiten recomponer su balance y acceder al mercado de capitales, en sentido amplio ”, explica Tusquets, expresidente de Fibanc.
Los gestores de Trea cuentan ya con 20 millones de euros de Fond-ICO Global, el fondo de fondos del Instituto de Crédito Oficial dotado con 1.200 millones de euros, y con otros diez millones de diversos inversores de la casa. La idea es realizar un primer cierre del denominado Trea Direct Lending Fund dentro de un mes con entre 30 y 40 millones. En ese momento, Tusquets y Betolaza confían en haber ejecutado ya las tres o cuatro primeras operaciones con pymes que ya están acordadas y que inaugurarán formalmente la actividad del fondo.
Para los inversores, la rentabilidad estimada se situará entre el 8 % y el 10 % como consecuencia del cobro de los intereses fijos por el préstamo y la percepción de la parte variable ligada a la consecución de determinados objetivos cuando se produzca la amortización del principal.
Este fondo es complementario a otras áreas de actividad de Trea, como Black Toro Capital, para el rescate, la estabilización y el crecimiento de empresas de un tamaño superior y que ya ha invertido en Antibióticos y Carbures y está a punto de desembarcar en Irestal, de la familia Boixareu.
Para las pymes, huérfanas en muchos casos de interlocutores financieros por la concentración bancaria de los últimos años, la alternativa que les ofrecerán fondos como el de Trea es muy novedosa.
“ Se trata de una evolución de la inversión en crédito que no ha existido en España, que no se limita a dejar dinero al empresario, sino a ayudarle a superar sus dificultades de financiación y ganar tamaño, sobre todo a través de la salida al exterior”.
Al tratarse de un préstamo participativo, la ventaja para la pymes es que computa como parte del capital, con lo que mejoran sus ratios y no las compromete de cara a sus necesidades de endeudamiento futuras.
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