El Ayuntamiento de Barcelona invertirá hasta un máximo de 10 millones de euros en seis fondos de capital riesgo privados con el fin de impulsar las start-ups innovadoras de la ciudad y preservar la competitividad del ecosistema emprendedor y digital que ahora debe hacer frente a los efectos de la Covid-19. Uno de los objetivos de esta medida es triplicar, como mínimo, estos 10 millones a través de los fondos o sociedades de capital riesgo con inversiones destinadas a empresas emergentes del Área Metropolitana de Barcelona y hacer crecer la economía en un momento crítico.
El fondo o sociedad de capital riesgo se compromete a invertir al menos tres veces el importe comprometido por el Ayuntamiento de Barcelona en empresas con sede en el Área Metropolitana de Barcelona, que formen parte de uno de los sectores estratégicos marcados en la agenda Barcelona Green Deal, y al mismo tiempo, que una cantidad equivalente a la invertida vaya a parar a empresas lideradas por mujeres.
Esta es la prioridad municipal "Barcelona Capital Digital y Emprendedora", incluida en el conjunto de nuevos instrumentos que se han impulsado desde el Centro de Coordinación de Respuesta Económica (CECO). Esta iniciativa, gestionada por Barcelona Activa, recibe el nombre de Barcelona Acelera. Se trabaja para acompañar al sector de las start-ups en el camino de la recuperación y crecimiento, como motor de innovación, de atracción de talento creativo, de inversión extranjera y que permite posicionar Barcelona a ojos del mundo.
Medidas similares se han implementado, con carácter urgente, en otros países europeos, incluso mediante políticas estatales. En el caso de Barcelona, la administración local es pionera en este ámbito y saca provecho de la experiencia del pasado, cuando se puso en marcha la sociedad Barcelona Emprèn (año 2000), líder en España y referente en Europa; y más tarde (2009), con la participación en el fondo Nauta III de la gestora Nauta Capital.
Consolidar Barcelona como capital Digital
El Fondo inversión se enmarca dentro de la estrategia de reforzar Barcelona como Capital Digital del sur de Europa y consta de 3 pilares mediante los cuales el Ayuntamiento potencia la colaboración publicprivada: Afianzamiento, Espacios y Talento.
La iniciativa del Fondo Barcelona Acelera pertenece al pilar de Financiación que acompaña a los otros dos. El segundo está vinculado a la creación de nuevos espacios que movilicen metros cuadrados para la capitalidad digital. El objetivo es acoger nuevas iniciativas empresariales como es el caso del edificio de Correos anunciado recientemente que acogerá un hub de innovación con empresas que emplearán a 1.500 personas y ayudará a reeconomitzar el centro de la ciudad. El tercer pilar está vinculado al Talento que es la materia prima del ámbito digital y donde el Ayuntamiento ha puesto en marcha una iniciativa para formar 3.000 nuevos programadores en los próximos años.
Dos precedentes
Barcelona Emprende fue pionera y permitió crear empresas como, Fractus, spin-off de la UPF que logró utilizar el diseño de la carcasa de los móviles como antena fractal. En aquellos años no había operadores de capital riesgo en España o Cataluña que tuvieran el foco de inversión en jóvenes empresas innovadoras. Se apoyó al ecosistema cubriendo un vacío estructural de mercado y acompañando a las empresas innovadoras que nacían en la ciudad y que necesitaban instrumentos avanzados y sofisticados de financiación. Las inversiones de Barcelona Emprende fueron tractoras para la obtención de recursos financieros adicionales, contribuyendo a la creación de puestos de trabajo cualificados.
En cuanto a Nauta III, en el año 2009 se salía de una crisis financiera con aumento del paro en la ciudad, y se generaron oportunidades de negocio de la mano de nuevas compañías innovadoras y tecnológicas. De entre las empresas más exitosas: Social Point, start-up barcelonesa dedicada al desarrollo de juegos y aplicaciones gratis para móviles.
Aunque las operaciones realizadas, a través de Barcelona Emprende y de Nauta, han sido significativas para potenciar el capital de start-ups en la ciudad, actualmente la apuesta por diferentes fondos de capital riesgo es clave para reanimar la economía en el universo digital y emprendedor. Barcelona es considerada entre el 'top5' de ciudad emprendedora e innovadora a escala europea, y acciones como estas son muy necesarias para que la estructura financiera de estas compañías es más sensible en contextos como el de la actual pandemia.
Por otra parte, expertos financieros consideran que el momento actual es una oportunidad para invertir. Con esta medida se potencian las inversiones en empresas de nueva creación de sectores estratégicos: economía digital, industrias creativas, economía verde, industria 4.0, salud y bio, deporte y deporte tech, alimentación y food tech y economía azul, dada su capacidad de generar valor añadido, crear empleo de calidad y posicionar la marca de ciudad en un contexto global, y todo con el objetivo común de acelerar la salida de la crisis económica.
Esta prioridad se encuentra dentro de la estrategia "digitaltech" del Ayuntamiento, que contiene más espacios dedicados a la emprendeduría, la formación y el talento, mediante servicios gratuitos como la IT Academy, el Cibernarium y el Parque Tecnológico, con el objetivo de formar más programadores digitales, que el mercado laboral está pidiendo, como para hacer un empuje a proyectos y empresas nuevas. Es indisociable en esta estrategia sumar otro vector que es el de financiación, y ayudas públicoprivadas con métodos como éste, el que quiere conducir hacia la transformación de la ciudad, con más empleabilidad y oportunidades.
Más emprendimiento en la ciudad
Las start-ups son uno de los targets prioritarios de la Agenda Económica de Barcelona (Barcelona Green Deal). Según el informe Barcelona & Catalonia Startup Hub 2019 de ACCIÓN, en Cataluña hay más de 1.500 start-ups, un 77,5% de las cuales se localizan en el Área Metropolitana de Barcelona, la mayoría en la comarca del Barcelonès (64,6% de). Esta tipología de empresas ocupan más de 16.900 personas y, en los últimos 5 años, las start-ups del ecosistema catalán han atraído prácticamente 2.800 millones de euros de inversión privada.
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