Los fundadores de Runtastic (la popular app de deportes comprada en el 2015 por Adidas por una cifra de 220 millones de euros para competir con Nike); el austríaco Johann Hansmann (que ha sido considerado como el mejor ángel inversor europeo de 2016); el fondo Iseed, de Silicon Valley, especializado en empresas de salud digital; Missy Lavender, fundadora de la Women's Health Foundation de Chicago; Sputnik Inversiones, y un grupo de particulares, hasta sumar en total 14 inversores, han participado en la ronda de inversión de un millón de dólares (940.000 euros) cerrada a finales de 2016 por la aplicación B-wom.
Constituida en Barcelona en abril del 2015 por Verónica Torras con Helena Torras, Marta Ros, Estrella Jaramillo y Jaime Perdigo, la compañía asegura que cuenta ya con 180.000 usuarias, de las que un tercio se muestran activas mensualmente en la app.
La plataforma nació como una vía para difundir información y guía para el entrenamiento, con ejercicios, para fortalecer el suelo pélvico, en línea con el descubrimiento años antes, por parte de las multinacionales de la celulosa, del gran negocio que puede suponer la incontinencia urinaria. Sin embargo, B-wom pretende evolucionar con la idea de acompañar a las mujeres en distintas etapas de su vida y tratar temas íntimos considerados habitualmente tabú.
Es el caso de la incontinencia urinaria, el control del cáncer de mama o problemas relacionados con la menopausia. Y al mismo tiempo, introducir temas emocionales. "Queremos empoderar a las mujeres para que tomen el control de su salud", explica abiertamente Helena Torras, una de las fundadoras. B-wom está disponible en español e inglés y se ha focalizado en los mercados de España, Latinoamérica y en Estados Unidos.
Ahora acaba de lanzar una nueva versión de la aplicación con contenidos de suscripción, pero la idea es ampliar la línea de actividad a finales de este 2017 con acuerdos con empresas, compañías aseguradoras... "La prevención ahorra muchos costes", añade Verónica Torras, una mujer que ha sido también emprendedora tecnológica y que es responsable de marketing de una empresa farmacéutica.
El proyecto arrancó con 60.000 euros aportados por once mujeres emprendedoras. Aseguran que si consiguen crecer mucho en usuarias, con un 3% de suscripciones de pago llegarían al break even, pero de cara a final de año, la compañía espera cerrar otra ronda de financiación. La app está dirigida a mujeres de casi todas las edades, pero, sobre todo, a las que tienen problemas más agudos.
Por Mar Galtés / La Vanguardia
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