Escuché hace poco la siguiente analogía: “crear una startup en la actualidad es lo que era montar una banda de rock en los 90”. Es innegable que existe una tendencia, digamos que está de moda y muchísimos emprendedores están pensando en maneras de crear una startup disruptiva (la palabra de moda en este mundo).

No entro en qué es una startup puesto que es un debate que no tiene solución, digamos que los principios que tiene toda startup en su ADN son: (i) escalabilidad, (ii) base tecnológica (aunque cada vez pongo en duda más esta característica), (iii) innovación, e (iv) intención de hacer un “exit”, esto es, vender la startup en un plazo relativamente corto de tiempo.

Estos principios rectores hacen que en el asesoramiento legal se impriman una serie de características diferentes al asesoramiento clásico a empresas. En muchas ocasiones los clientes son personas enormemente cualificadas pero sin conocimientos de derecho, lo que hace que se ignoren cuestiones esenciales que puedan hacer que los principios descritos anteriormente sean de imposible cumplimiento, sobre todo el fin último, el “exit”.

Es de prever que para poder llegar a hacer este “exit” la startup tiene que ser un éxito. Para eso, desde mi punto de vista, toda la startup desde sus inicios debe estar completamente centrada en llegar a este hito.

En este sentido, cada vez se dan más casos de constituciones de sociedades con prisas y sin darle la importancia que merece. Se utiliza el recurso de los “estatutos sociales tipo” con los que se puede constituir una sociedad con mayor agilidad gracias, precisamente, a esta aceptación de unos estatutos sociales sin adaptar a las necesidades de la empresa. Si bien es cierto que estos Estatutos tipo no están adaptados, un recurso muy utilizado para compensar son los pactos de socios. Los beneficios de los pactos de socios son bien sabidos, lo más destacable es la agilidad para poder regular las relaciones entre los socios, puesto que no tienen que pasar por el filtro del Registro Mercantil. Las partes hacen uso del conocido artículo 1255 del Código Civil y regulan sus relaciones como pocas limitaciones.

Como iba diciendo, los pactos de socios son cruciales en las startups hoy en día, sirve, entre otras cosas, para establecer las bases de las relaciones entre los socios, las funciones de cada uno de ellos y en general establecer soluciones a escenarios en los que la sociedad se puede encontrar. La importancia de este documento radica en que ayuda a la buena convivencia entre los socios y en muchos casos, imprime los objetivos que tiene la startup.

Es por todo ello que normalmente tras cada ronda de financiación que consiga la startup, los socios actuales y los nuevos entrantes, querrán suscribir un nuevo pacto de socios. Es normal, puesto que tras la entrada del capital, las relaciones entre los socios y los objetivos de la startup cambian y se deberán regular estos cambios.

Silvio Requena. Abogado. Departamento de Mercantil.

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