Artá Capital celebra este 2018 diez años de trayectoria dentro del private equity español. Y lo hace incorporando novedades y con un giro de estrategia que aviva las perspectivas de la gestora, después de un periodo de intensa actividad en las tres áreas básicas de esta industria: inversión, desinversión y recaudación.

Con el segundo fondo de 400 millones de euros, bautizado como Artá Capital Fund II y cerrado el pasado septiembre, la gestora ha abierto su base de inversores más allá de Grupo March (al que pertenece y donde fue concebida como la encargada de materializar las operaciones de capital riesgo), explican los socios directores, Ramón Carné y Nicolás Jiménez-Ugarte.

Así, los recursos con los que Grupo March participa en este nuevo vehículo –a través de Corporación Financiera Alba– son algo inferiores al 50% del total. Otro 25% procede de family offices de algunas de las más importantes sagas empresariales del país. Y el resto de los compromisos se corresponde con las asignaciones de una decena de nuevos inversores institucionales nacionales e internacionales, “entre los que se encuentra un importante fondo de pensiones de Canadá y algunas de las mutualidades españolas más importantes”, indica Carné. Este enfoque, que contribuye a la diversificación de la base de inversores, “es un paso natural en la evolución de la gestora y estaba previsto desde el principio”, señala Jiménez-Ugarte.

No es la única diferencia respecto a la etapa anterior. Los responsables de Artá han introducido cambios en la estrategia de inversión. A partir de ahora, la firma se plantea realizar compras apalancadas. “Antes, sobre todo, tomábamos participaciones minoritarias en empresas de origen familiar. Ahora, somos más flexibles y también buscamos adquirir mayorías, lo que nos permite llevar a cabo buy outs además de operaciones de capital desarrollo (growth)”, subraya Carné.

Objetivos

Con la confección de esta hoja de ruta, los directores de Artá consideran que están puestas las bases para un año de éxito. “Los objetivos para 2018 pasan por seguir buscando oportunidades y mantener el ritmo de inversión”, apunta Jiménez-Ugarte. La idea es materializar “dos o tres operaciones en España y Portugal”, especifica. Eso sí, no pierden de vista los riesgos que existen hoy en la industria. “Hay que ser prudente en las valoraciones. Los precios en España aún no están al nivel de otros países europeos pero se han encarecido en los últimos años, como resultado de una mayor competencia por parte de fondos e industriales”, considera Carné.

A Artá no le resultará fácil igualar los registros alcanzados en 2017 –“un año muy intenso”, dicen–, en el que además de acabar de levantar el segundo fondo, la gestora inauguró la cartera de participadas de este vehículo con tres inversiones: Gascan (la primera compra en Portugal), Alvinesa (donde tomó un 36% del capital) y Satlink. Estas adquisiciones han absorbido un 25% del potencial inversor del segundo fondo.

También hubo movimiento en el apartado de las ventas, donde Artá concretó tres desinversiones: Flex, Resa-EnCampus y Berlys-Panasa. Con ellas, Artá generó unos ingresos de 300 millones de euros, según la información proporcionada por la entidad.

Por Mamen Ponce de León / Expansión

Fuente: Expansión

http://www.expansion.com
Subscribirse al Directorio
Escribir un Artículo

Destacadas

Axon moves into Cloud Technology

by Axon Partners Group

cloud technology

Indexa Capital Group aumenta sus ingreso...

by Indexa Capital

Indexa Capital Group, sociedad matriz de Indexa Capital AV, Bewater As...

Diapositiva de Fotos