El modelo de banca tradicional parece haber encontrado un duro competidor en los últimos tiempos y, aunque pueda parecer algo baladí, pocos banqueros en España no hacen referencia en sus discursos a la grave amenaza que representan las compañías tecnológicas para el sector.
Esto es así porque la banca tradicional se enfrenta a un nuevo perfil de usuario que, alejándose de modelos tradicionales, busca inmediatez y facilidad a la hora de realizar sus gestiones sin necesidad de desplazarse. Pero, ¿existe realmente esta amenaza o son simplemente elucubraciones de agoreros sin ningún fundamento?. Veamos algunos ejemplos:
La banca tradicional contraataca afirmando que, frente a sus competidores, la legislación actual sobre protección de datos de carácter personal impone normas más estrictas a los primeros lo que provoca, entre otras cuestiones, que la banca tradicional tenga que soportar mayores costes para dar cumplimiento a las distintas normativas estatales y europeas. Sin embargo tal y como se afirma desde la Asociación de Banca Española (AEB), a no tardar mucho, las denuncias interpuestas por particulares ante la Agencia Española de Protección de Datos frente a los nuevos actores financieros desembocará en importantes modificaciones normativas que deberán ser acometidas por el Ejecutivo sin dilación.
Como es habitual, cuando a nuevas tecnologías se refiere, el legislador va un paso por detrás respecto a las nuevas situaciones creadas. Podemos afirmar, que como ya ocurriera con la conocida Ley de Emprendedores, con la Ley de Financiación Empresarial, el legislador ha buscado poner “parches” a los nuevos escenarios que se van creando sin que se haya acometido por el momento la redacción de un cuerpo legislativo que regule en profundidad las nuevas reglas del juego.
Jaime Aguilar. Asociado. Departamento de Emprendedores de Start Up