El capital riesgo está casi seco en España (con honrosas excepciones), debido al desastroso resultado de sus participadas (como el de casi todas las empresas en España) y a la consecuente sequía en su capacidad de levantamiento de fondos. Por eso, el 80% de la inversión en nuestro país en 2014 provino de fondos internacionales.
A pesar de la inversión extranjera, en 2014 el saldo neto de inversión del capital riesgo en España fue negativo en menos 1.304 millones de euros (con 3.465 millones de euros de inversión y 4.769 millones en desinversión).
En España tenemos hoy un ecosistema de Capital Riesgo muy inferior al que nos corresponde. No ocurre lo mismo en otros países. Nunca el Capital Riesgo ha tenido tanto dinero en la historia en otros países del mundo. Acumula 1,2 billones de euros en Marzo del 2015 (un importe superior al PIB total de España), frente a los 800.000 millones que manejaba en diciembre del 2006.
Estas entidades buscan oportunidades y, como no las encuentran, existe un claro giro del capital riesgo hacia empresas medianas en las que invertir.
También es clara la tendencia del capital riesgo a hacer crecer sus participadas a través de compras (llamado en la jerga de las fusiones y adquisiciones: add-ons o build-ups) en lugar de comprar directamente empresas.
A nivel mundial la inversión directa en una empresa por el capital riesgo ha sido un 23% entre el 2006 y el 2014 frente al fue el 63% dedicado a la compra de empresas más pequeñas para sus participadas (las compañías en las que ya invirtieron).
El capital riesgo español acumula muchas empresas de las que no ha conseguido desprenderse y que fueron compradas durante el boom. Se trata de participadas que tienen que soltar, pues la duración de un fondo tiene un máximo de 10 años, aunque caben extensiones por circunstancias excepcionales.
España está llena de empresas pequeñas y medianas que necesitan capital (sus balances están desequilibrados por el exceso de deuda). Aprovechemos esta liquidez del capital riesgo mundial para atraer inversores a nuestro país. Estamos ante una oportunidad para reforzar nuestras empresas y ayudar a su vez a crear empleo. Si no lo atraemos nosotros, el dinero se irá a otros países.
Autor: Enrique Quemada, Consejero Delegado de ONEtoONE Corporate Finance -
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