Landon impulsa Bellsolà con una inversión de 10 millones

Por Sergi Saborit / Expansión

Landon apuesta con fuerza por Bellsolà, la empresa de pan y bollería ultracongelada con sede en Aiguaviva (Gironès). El hólding inversor de la familia Gallardo pasó a controlar el 100% del capital de la compañía a finales de 2014, después de que los descendientes de Pere Bellsolà –que falleció en abril del pasado año– vendieran al grupo el 3% que el fundador mantenía en la panificadora.

Con una facturación de 49,3 millones de euros en 2014 –un 15% más– y un volumen de producción de 41,4 millones de kilos, Bellsolà está considerado como el cuarto mayor grupo del mercado español de las masas congeladas, por detrás de Europastry, Berlys y Panstar.

La compañía acaba de aprobar una inversión de 10 millones de euros para levantar un centro logístico en sus instalaciones de Aiguaviva, con capacidad para 9.000 palets. El almacén, que ya ha obtenido los permisos urbanísticos necesarios, se alzará en unos terrenos junto a la planta y estará completamente robotizado. “Será una plataforma automática con tecnología de última generación y dotada de sistemas de ahorro energético”, explica Bosco Fonts, director general de Bellsolà. Según el directivo, el centro sustituirá el almacén actual, que era totalmente insuficiente, y permitirá hacer frente al crecimiento del grupo. En los últimos cinco años, coincidiendo con la crisis, Bellsolà ha elevado en un 40% sus ventas, al pasar de 36 millones a casi 50 millones de euros. La firma emplea a 300 personas y exporta el 5% de su producción.

En 2014, Bellsolà destinó otros 10 millones a ampliar la capacidad de producción de su planta de Aiguaviva, lo que eleva a 20 millones la inversión acumulada en dos años. Así, en julio de 2014 puso en marcha una nueva línea especializada en la producción de pan rústico, uno de los productos que lidera el crecimiento de la empresa.

“Bellsolà pertenece a un grupo familiar con visión a largo plazo; tenemos un plan de crecimiento futuro que cuenta claramente con el apoyo del accionista”, destaca Fonts, que asegura que Landon no funciona con la filosofía de una sociedad de capital riesgo pura.

Cuentas en equilibrio

Landon compró Bellsolà a su fundador en 2003 en alianza con el fondo Qualitas Equity Partners. La empresa de los Gallardo –dueños de la farmacéutica Almirall– adquirió en 2010 el 54% que estaba en manos de Qualitas y pasó a tener el 97%, una participación que se sitúa ahora en el 100%.

Tras largos años en pérdidas, Fonts asegura que en 2014 el ejercicio se cerró “en equilibrio”. “La estructura de costes de Bellsolà era muy pesada y los precios del sector bajaban más rápido que el ahorro de costes”, dice. Para revertir la situación, Bellsolà ha invertido en automatización y en la mejora de la eficiencia de todos sus procesos, preservando el peculiar sistema de producción ideado por Pere Bellsolà, que se basa en largas fermentaciones.

“Nuestro pan es sin duda el mejor del mercado en calidad; sólo Bellsolà tiene un proceso de fermentación que dura cuatro horas”, afirma satisfecho el ejecutivo, que presume especialmente de las baguettes, el producto más conocido de la firma.

Bellsolà cerrará 2015 con una deuda de 16 millones y su plan de crecimiento contempla la posibilidad de ejecutar adquisiciones, según Fonts.

La empresa poseía una red de 23 tiendas propias en el área de Girona, pero las ha ido vendiendo y ahora ya no cuenta con ninguna, aunque, en algunos casos, tiene cedida la marca.