El socio financiero Corpfin dispone de un derecho de salida de la empresa con un put valorado en 75 millones de euros, que puede ejercitar a lo largo del mes de mayo. Isolux prevé emplear parte de los fondos por la venta de T-Solar para compensar a Corpfin, pero si la desinversión no se materializa finalmente, Isolux deberá pensar en un plan B o, de lo contrario, arriesgarse a perder el control de la filial en favor de Corpfin. El fondo dirigido por Carlos Lavilla entró en T-Solar en 2009 para ayudar a financiar el plan de expansión del grupo fotovoltaico. Después de intentar sin éxito dar el salto al parqué y de sufrir dos recortes de primas, Isolux ha decidido poner en venta la filial para hacer caja.
Sobre el proceso de venta, el gigante financiero americano Cerberus, uno de los fondos que competía por hacerse con el grupo de energía solar, ha sellado un acuerdo con Bruc Capital, otro de los pretendientes en liza. Ambos han presentado una oferta conjunta por la totalidad de la compañía, filial de Isolux.
Valoraciones
Fuentes cercanas al proceso de venta indican que Cerberus y Bruc evitan así enzarzarse en una puja por T-Solar que hubiera disparado el precio de la compañía. A Cerberus, que ya tiene activos en España en renovables, le interesa, sobre todo, el negocio de T-Solar en el país. A Bruc, en cambio, le interesa la parte internacional. El acuerdo entre Bruc y Cerberus para acudir juntos a la puja de T-Solar contemplaría después el troceo del grupo y su reparto.
El precio que se está barajando es de 130 millones de euros, más la deuda de 600 millones recientemente refinanciada a largo plazo.
En paralelo, Isolux también quiere colocar sus 4.000 kilómetros de líneas de alta tensión en Brasil. Esta operación resulta más complicada debido a las incertidumbres que pesan sobre la economía brasileña y la fuerte depreciación del real. En función de la inversión realizada y la facturación asociada a las concesiones, la valoración interna de este negocio podría superar los 2.100 millones de reales brasileños (más de 500 millones de euros). Isolux construye y opera 3.842 kilómetros de líneas de alta tensión y subestaciones asociadas en Brasil. El proyecto más relevante es la concesión de 1.191 kilómetros de líneas en el Amazonas para unir las ciudades de Manaus y Macapá con el Sistema Interconectado Brasileño.
Ferrovial fue uno de los grupos interesados en estos activos, pero decidió romper conversaciones por diferencias de valoración. Isolux mantiene abiertas conversaciones con otros inversores, entre los que figuran Brookfield y Macquarie.
Por C.M. / Expansión
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