Por I.ABRIL / Expansión

N+1 tiene muy identificados sus objetivos: crecer e internacionalizarse. Y también tiene claro que no quiere hacer ese camino en solitario; que la sociedad de capital riesgo que gestiona, Dinamia, es la compañera perfecta para llegar a esas metas. “Creemos que sumamos más juntos que separados, que vamos a crear más valor”, asegura el presidente y socio fundador del grupo N+1, Santiago Eguidazu.

El resultado de este convencimiento es un proyecto de fusión de las dos sociedades que se anunció en diciembre y que acaba de dar un paso adelante, con la aprobación oficial por parte de los consejos de administración de las compañías. Eguidazu será presidente ejecutivo del grupo resultante, mientras que Santiago Bergareche, actual presidente de Dinamia, será vicepresidente.

Según su máximo directivo, N+1 aportará a Dinamia un proyecto empresarial y la sociedad de capital riesgo, que cotiza en el mercado continuo, abrirá al grupo financiero las puertas de la Bolsa, a la vez que potenciará su capital. Con estas herramientas, la nueva N+1 Dinamia podrá acometer un plan de negocio a 2017 que implica llegar a ese año con una presencia internacional muy superior a la que tiene en estos momentos.

El objetivo es que los siete países en los que está ahora presente el grupo (ver ilustración) sean pronto muchos más. La prioridad es entrar en Estados Unidos, seguido del desembarco en Asia.

Opciones de crecimiento

“Nuestro proyecto en banca de inversión es ser un jugador líder internacional en asesoramiento a midcaps (empresas de mediana capitalización) y, en el mundo de hoy, para conseguir ese objetivo no se puede estar solo en Europa. Nuestra voluntad es tener una pata en Estados Unidos y otra en Asia”, añade Eguidazu.

La nueva sociedad que surja de la fusión y para la que aún no hay nombre usará todos las opciones para ese crecimiento. Si el mejor recurso es comprar, así lo hará, pero tampoco descarta entrar en esos mercados de forma orgánica. Y la misma estrategia servirá para los otros mercados en los que quiere tener presencia antes del fin de 2017, porque también habrá crecimiento en Europa. Los países del Benelux están en la lista, al igual que los nórdicos.

Pero la banca de inversión no es el único negocio de N+1 Dinamia. Con 2.940 millones de euros en activos bajo gestión, esta división supone una pata importante de la compañía y el objetivo es concentrarse en las áreas que sean “escalables e internacionalizables”, señala el presidente de N+1. Queda el tercer pilar del grupo, la inversión directa, un campo en el que cuentan con la cartera de participadas que tiene Dinamia y en el que se usará la nueva fortaleza financiera de la sociedad para realizar coinversiones.

Todos estos planes pasan por que se vayan cubriendo con éxito las etapas que debe afrontar el grupo. La cita más importante está prevista para finales de abril o principios de mayo, cuando las juntas generales de accionistas de N+1 y de Dinamia tendrán que decidir sobre la fusión.

A partir de ahí se abre otro proceso decisivo. La fusión contempla la modificación del objeto social de Dinamia, que dejará de ser una sociedad de capital riesgo. Eso implica que los accionistas pueden ejercer el derecho de separación en caso de que no quieran ser parte de la fusión una vez que ésta haya sido aprobada. “Queremos que la operación tenga un apoyo importante”, explica Eguidazu. Y ese deseo ha llevado a las compañías a establecer la posibilidad de que se suspenda la fusión si el ejercicio del derecho de separación supera determinadas cotas.

Si todo sale según lo previsto, la siguiente parada será el estreno en la Bolsa de la nueva compañía, que se producirá en los primeros días de julio. Tomando como referencia la ecuación de canje y el número de acciones actual de Dinamia, la capitalización bursátil del nuevo grupo se situaría en 312,5 millones de euros a los precios de cotización actuales de la sociedad de capital riesgo. Ayer, las acciones de Dinamia subieron un 3,38%.

Tanto N+1 como Dinamia han mantenido una política de retribución al accionista elevada en el pasado y la intención es que esa estrategia continúe. “Nuestra voluntad es que el payout(porcentaje del beneficio que se destina a dividendo) sea alto y la rentabilidad por dividendo, atractiva”, asegura el directivo.

Como referencia, N+1 llega al momento de la fusión con un crecimiento del beneficio del 69,5% en 2014, hasta los 14,1 millones. Dinamia lo ha cuadruplicado, hasta situarlo en 28,3 millones.

Fuente: Expansión

http://www.expansion.com
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