La plataforma Lánzame Capital lleva más de tres años inviertiendo en start up tecnológicas pero ha decidido dar un paso más y profesionalizarse con la constitución de una sociedad de capital riesgo (SCR) autogestionada, que tendría un volumen de veinte millones de euros.

El vehículo inversor está en conversaciones con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para lanzar la sociedad de capital riesgo en el primer trimestre del año que viene como paso previo a crear un fondo de capital riesgo a finales de 2016.

Con 14 inversiones a sus espaldas, entre las que destacan las de Kantox, Novicap, Arboribus, Let Me Space, Beeping, UDance y Monkimun, Lánzame Capital fue creado en 2012 por Ferran Burriel y Antoni Castelltort y fue el primer pledge fund (fondo capital comprometido) de España. El equipo lo completan otros tres socios: Jordi Safont, Alex Rodriguez y Ferran Martínez, ex jugador de baloncesto y responsable de la unidad de sports & new business de Andbank, que ocupa la presidencia de Lánzame.

La firma analiza empresas tecnológicas de reciente creación ligadas al negocio del software, tecnología móvil y fintech, y las presenta ante sus inversores. “A diferencia de otras sociedades, los cinco socios siempre acudimos a la ronda para dar confianza a los inversores mostrando que apostamos por esa start up”, dice Ferran Martínez.

“El fondo de capital riesgo supone un paso natural que permitirá poder acompañar a las participadas en nuevas rondas de importes más elevados y atraer a más inversores con los que coinvertir”, argumenta Jordi Safont.

Hasta ahora, el de Lánzame Capital invertía una media de unos 100.000 euros en cada proyecto, pero calcula que con el nuevo fondo el tiquet de inversión podrá elevarse a una horquilla de entre 125.000 euros y 200.000 euros.

Los recursos para la sociedad, que todavía no ha definido su nombre, vendrán por parte de fondos privados y públicos. El nuevo vehículo de Lánzame prevé dar entrada a family office e inversores institucionales y al tradicional cliente de banca privada.

“El reto de un vehículo de capital riesgo, al igual que de una start up, es la construcción de credibilidad”, opina Martínez. “Modus operandi”. Actualmente, el fund cuenta con más de 400 inversores privados, de los que hay unos 120 que son activos.

Jordi Safont distingue entre tres perfiles: “el pequeño inversor que se inicia en este mundo, business angels con experiencia y grupos de inversores estructurados en sociedades de inversión”.

A diferencia de algunos clubs de inversores en los que los miembros pagan una cuota de entrada anual, el modelo de negocio de Lánzame Capital se basa en que los inversores solo pagan si invierten y lo hacen abonando el 3% sobre el capital comprometido cuando entran en una start up. Además de una comisión del 10% si tienen plusvalías al desinvertir.

La firma inversora está en conversaciones con la CNMV para constituir a principios del año que viene una sociedad a través de la que invertirá en start up de tecnología.

Fuente: Lánzame Capital

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