La experta del Future Trends Forum, Diana Wells, presidenta de Ashoka, contaba a Fundación Bankinter en este vídeo cómo los emprendedores sociales están comprometidos en ayudar a la sociedad a resolver los problemas más complicados a los que ésta se enfrenta.
El emprendimiento social, tal y como cuenta Wells, tiene una visión de esperanza y cambio ante la adversidad, mirando al mundo con la perspectiva de brindar soluciones donde otros sólo ven problemas irresolubles.
Los términos emprendedor social y emprendimiento social fueron utilizados por primera vez en la literatura en 1953 por H. Bowen en su libro “Social Responsibilities of the Businessman”. Los términos se generalizaron en la década de los 80 del siglo pasado, promovidos por Bill Drayton, fundador de Ashoka, quien acuñó el término emprendedor social para referirse a personas que se enfrentan de manera innovadora, con toda su energía, pasión, y tenacidad a resolver los problemas más importantes de nuestras sociedades.
El emprendimiento social va más allá de las personas y engloba también a las empresas que tienen, entre sus finalidades, aportar soluciones nuevas a la sociedad y tienen entre sus prioridades la responsabilidad social.
El concepto cobra hoy todo su significado. Se trata de colaborar entre todos los actores de una nueva manera: como se decía en un post reciente, “Debemos aprender a innovar de forma global, solidaria, desinteresada, generosa. Pasar de la competición a la cooperación a todos los niveles: entre empresas, entre naciones, entre continentes, con equipos multidisciplinares en modelos de Quíntuple Hélice, que son el motor de la innovación social.”
Un gran número de iniciativas en la lucha contra el coronavirus tiene vocación social. Veamos algunos ejemplos significativos:
Como se ve, las iniciativas de emprendimiento social para luchar contra la pandemia que padecemos son numerosas y potentes. Y seguirán consolidándose las actuales y surgiendo nuevas.
La innovación social fue analizada por el Future Trends Forum, donde los expertos participantes en la reunión identificaron la posibilidad de una nueva corriente de innovación, que además de crear riqueza sostenible, estaba enfocada a paliar problemas sociales.
El enorme movimiento actual de colaboración de las entidades privadas hacia el bien común, codo con codo con la ciudadanía, estimamos que cambiará para siempre las sensibilidades empresariales y sociales y, en definitiva, remodelará la sociedad en la que vivimos.