Fondos buitres asumen la gestión de las hipotecas de 49.000 familias

Por Rosa Salvador / La Vanguardia

Al final serán los fondos oportunistas los que acabarán gestionando el problema de sobreendeudamiento familiar que dejó la burbuja inmobiliaria y que ha situado en mora el 5,8% en las hipotecas sobre viviendas concedidas por la banca española y ha llevado ya a la ejecución de unas 220.000 hipotecas impagadas desde 2007. Los fondos buitres, especializados en comprar deudas con problemas de cobro tienen ya en sus manos las hipotecas de 49.000 familias, la mayoría procedentes de la venta de la cartera de hipotecas de Catalunya Banc a Blackstone. Pero este número se multiplicará en los próximos meses, cuando Bankia complete la venta de sus hipotecas a los fondos, una operación que ha denominado cartera Big Bang y que afecta a las hipotecas de 46.000 familias.

"Los fondos tienen gran interés en invertir en España: el país ahora está de moda", señala Federico Montero, socio responsable para Europa de la venta de créditos de la consultora Cushman & Wakefield. "Y los bancos ciertamente podrían recuperar más valor gestionando ellos mismos la reposesión de los inmuebles que tienen las hipotecas impagadas, porque la expectativa es que los precios de los pisos se recuperarán, pero hacerlo ellos mismos también les supone unos costes, financieros por el uso del capital, de gestión del proceso y final-mente del mantenimiento de los inmuebles reposeídos. Para las entidades es una decisión difícil", reconoce.

Susana Ordóñez, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, considera en cambio que en estas operaciones de venta de cartera hipotecaria "los bancos se esconden detrás de los fondos, para que no se vea que son ellos los que desahucian", lo que tiene un coste reputacional para las entidades. Portavoces de Anticipa, la gestora de Blackstone que adquirió las hipotecas de Catalunya Banc, defienden por el contrario que el fondo tiene mayor flexibilidad para ofrecer soluciones a medida de la que tienen las propias entidades financieras, como una reestructuración de la deuda pendiente que incluya una quita, una opción que en un banco tendría un indudable "efecto llamada" para otros clientes.

Para muchos hipotecados de Catalunya Banc, la venta de su hipoteca a Blackstone-Anticipa ha significado solamente que han recibido dos cartas de información y que ahora cualquier gestión relacionada con su crédito deben hacerla con los agentes del fondo, vía telefónica, y ya no en su oficina de siempre. "Cada familia tiene un gestor asignado al que dirigirse ante cualquier duda o para cualquier gestión", señalan en Anticipa. Según este fondo, están realizando reestructuraciones de deuda, daciones en pago con la salida del inmueble y daciones con un alquiler social. "No hemos hecho ejecuciones hipotecarias en casos de sensibilidad social" señalan los portavoces de Anticipa, especificando estas como de personas mayores avalistas de otros créditos. Pero reconocen que han iniciado ejecuciones hipotecarias "en muchos casos para proteger a la entidad, porque hay otras hipotecas o deudas con la administración, aunque nuestro propósito siempre es llegar a acuerdos extrajudiciales".

Susana Ordóñez señala que el fondo acepta daciones en pago "solo cuando no hay capacidad de pago, ni avalistas" y denuncia que aunque el fondo firmó el código de buenas prácticas de las entidades financieras, que obliga a ofrecer un alquiler social a las personas sin recursos que son desahuciadas "es muy reacio a aceptar un alquiler social, y prefieren incluso ofrecer dinero, hasta 10.000 euros, a las familias para que se vaya n y poder disponer del inmueble", especialmen-te en los que están en ubicaciones céntricas en las que los alquileres de mercado, de unos 800 euros al mes, son muy superiores a los alquileres sociales. La entrada de los fondos ha encontrado oposición social. Y también está teniendo problemas en los tribunales. En Madrid, donde Blackstone compró las viviendas sociales del Ayuntamiento de Madrid y Goldman Sachs las de la Comunidad de Madrid ambas operaciones están en los tribunales y la gerente de la empresa de vivienda de la Comunidad, Ivima, está incluso imputada por malversación de fondos por el descuento en el precio al que se vendieron las viviendas. En la venta de las carteras de los bancos, la PAH está impugnando que los fondos no han inscrito la compra de las hipotecas en el Registro de la Propiedad, para ahorrarse las tasas e impuestos de la inscripción. Y que la banca no ha ofrecido a los propietarios el derecho de tanteo para comprar la hipoteca al mismo precio al que la ha vendido al fondo... un formalismo, según aseguran los fondos, porque ninguna persona que no puede pagar la cuota mensual de su hipoteca podría comprarla entera.