Por Eric Galián / Expansión
El fondo de capital riesgo Fordahl, propietario de la firma de moda femenina Smash, ha iniciado el proceso de relanzamiento de la empresa de acústica electrónica Ecler tras la adquisición de la unidad productiva el pasado abril. A través de la empresa de nueva creación Neec Audio, Fordahl, que es propiedad del inversor holandés Tom Bouman, ha saneado las cuentas de la compañía y prepara el lanzamiento de una decena de productos nuevos -como amplificadores, mezcladores y procesadores- para 2016. El objetivo es que la compañía barcelonesa con sede en la Zona Franca vuelva a generar beneficios el año que viene.
Ecler, que ahora celebra su cincuenta aniversario, entró en concurso de acreedores a finales de 2014 y recibió una inyección de capital de un millón de euros por parte de Fordahl. Este fondo, que tiene su sede en Banyoles (Pla de l'Estany), también otorgó un crédito de 900.000 euros a la empresa durante el proceso concursal, para contribuir a su viabilidad.
Las dificultades económicas de la empresa, que estaba presidida por Enric Casimiro, se iniciaron con la crisis económica, provocando una caída de las ventas del 80% y la acumulación de una deuda bancaria "enorme", en palabras del propio Bouman.
Los nuevos dueños de Ecler se han propuesto duplicar la cifra de negocio de la empresa para el año que viene, pasando de los actuales 4,7 millones a los 10 millones de euros. El objetivo primordial es volver a la senda de los beneficios con un horizonte de ganancias de 1,2 millones en 2016. Entre otras medidas, la nueva dirección ha decidido mantener a la totalidad de la plantilla -formada por 34 trabajadores-, ha restablecido los salarios previos a 2009 y prevé reforzar su equipo comercial con la incorporación de tres nuevos empleados. La firma está centrando su negocio en la instalación de equipos de sonido en empresas como Mango o Louis Vuitton, aunque también en hoteles, discotecas o centros religiosos.
Respecto a Smash, donde Fordahl tomó la mayoría del capital hace un año, la firma ha cambiado la oferta comercial al pasar de 640 a 240 productos por colección, para concentrarse en un menor número de prendas y poder gestionarlas mejor. Otra de las medidas puestas en marcha ha sido avanzar el ciclo de diseño en 45 días. La empresa, que tiene su sede en Badalona (Barcelonès) y cuenta con una plantilla de 70 trabajadores, facturó 16 millones en 2014 y concentra sus ventas en España, Italia y Francia.
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