Las noticias sobre fusiones y adquisiciones ( «M&A» su acrónimo inglés), compraventas de empresas o finanzas corporativas ocupan regularmente espacios importantes y destacados en los medios de comunicación, especialmente en la prensa escrita. Aunque pertenecen a la Sección de Economía, cuando las operaciones reportadas son importantes de verdad, las podemos ver más allá, en las páginas de Sociedad por ejemplo. Queda claro que las informaciones son llamativas, impactantes.
Son noticias sobre empresas que compran otras empresas, sobre empresas que se fusionan con otras o, a veces, sobre empresas que se refinancian. Son noticias atractivas de leer, que frecuentemente despiertan la imaginación y evocan algunos referentes cinematográficos donde el M&A tiene algún papel, bien sea central (como la película «Wall Street») o como telón de fondo (como » Pretty Woman «o» The Game «o incluso la serie» Billions «).
En todo caso, nos evocan dinero, mucho dinero, poder, glamour, sofisticación, …, y eso interesa.
Por lo tanto, puede ser una buena idea repasar brevemente, pero con ojo crítico, cómo suelen aparecer las noticias en la prensa y que deberíamos entender realmente lo que nos dicen.
A continuación, el primer titular:
«A COMPRA B»
La empresa A ha comprado la empresa B. Punto.
Simple ¿no?
Pues no. Si leemos con atención la noticia, a menudo veremos que en el texto se dice algo así: «Fuentes de la empresa A han anunciado que han llegado a un acuerdo con los accionistas de la empresa B para adquirirla». Incluso a veces el texto todavía matiza más la información diciendo que «Es inminente que la empresa A se haga con el control de B«.
¿En qué quedamos, entonces? ¿Se ha hecho la compra o no?
A veces sí, pero frecuentemente «no del todo». Por lo tanto, «A compra B» quizás es un poco exagerado.
Lo que suele ocurrir es que si la operación es bastante importante, posiblemente requerirá de la aprobación de las autoridades de Defensa de la Competencia (españolas o de la UE o de EEUU), por lo que una vez las dos empresas o grupos empresariales se han puesto de acuerdo, comienza un largo periplo para ver si la operación se aprueba o no a nivel administrativo, y si aprueba incondicionalmente o con desinversiones obligadas.
La validación administrativa de la toma de control de A sobre B no se hará de la noche a la mañana ni tampoco está claro que la compra se apruebe. Por tanto, se puede necesitar todavía mucho tiempo, y que las cosas salgan bien ante los gobiernos, para que sea verdad «de verdad» que «A ha comprado B». Lo que es innegable es que, el titular «A compra B» es ciertamente mucho más atractivo que decir «A y B han llegado a un preacuerdo de integración que será estudiado por las Autoridades». Y ya se verá qué pasa.
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