Bain Capital Credit, la división gestora del fondo de inversión norteamericano Bain Capital, ha cerrado la que podría ser la última operación de calado en España en 2016. La compañía se ha impuesto a Cerberus y Deutsche Bank en la puja por hacerse con el Proyecto Traveller, una cartera de deuda vinculada a activos inmobiliarios con un importe de 364 millones de euros, hasta ahora en manos de Banco Sabadell.
La entidad presidida por Josep Oliu puso a la venta esta cartera de deuda con el objetivo de avanzar en el saneamiento de su balance. Se trata de préstamos morosos que fueron concedidos, a partes iguales, a pymes, promotores inmobiliarios y operadores hoteleros. La operación atrajo el interés de grandes fondos internacionales como Bain Capital Credit, compañía especializada en la inversión en activos de deuda y distress.
Descuento
Según las fuentes del mercado consultadas, en este tipo de transacciones con colateral el precio oscila entre el 30% y el 35% del importe de la cartera, por lo que Bain podría haber pagado a Sabadell unos 150 millones de euros. Desde el banco declinaron ayer comentar la operación, en la que han participado como intermediarios y asesores legales firmas como CBRE, Cushman & Wakefield y Allen & Overy, entre otros
El Proyecto Traveller es la cuarta cartera de deuda fallida que compra Bain Capital Credit en España y su séptima inversión en el país desde 2013, por lo que se ha convertido en uno de los principales inversores en deuda distressed española. La firma, conocida anteriormente como Sankaty, considera que España es uno de los mercados más atractivos de Europa, por lo que ya analiza nuevas inversiones tanto en el mercado de la deuda impagada como en el sector inmobiliario.
Bain Capital ya había adquirido a Sabadell en 2015 un conjunto de participadas inmobiliarias (Proyecto Chloe) con unos activos de 800 millones. Este año el fondo ha comprado otras tres carteras de deuda a Sabadell, Cajamar y Bankia, con un volumen que supera los mil millones.
La mayor es la de Cajamar (Proyecto Baracoa), con 511 millones de euros en préstamos sindicados y bilaterales fallidos, concedidos principalmente a promotores inmobiliarios en distintas fases de quiebra. Previamente, Bain Capital Credit compró a Sabadell el Proyecto Pirene, una cartera de préstamos con un valor nominal de 415 millones compuesta por créditos promotores fallidos, garantizados principalmente con activos residenciales y terciarios. Finalmente, el fondo norteamericano se hizo con la cartera Lane, de 220 millones en activos adjudicados traspasados por Bankia.
Sabadell ha sido una de las entidades más activas en la venta de cartera de deuda fallida a fondos oportunistas en los últimos tres años.
Por S. Saborit y S. Saiz / Expansión
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