Hoy comienza una nueva etapa para Artá Capital. La gestora, que nació en 2008 como brazo de inversión en private equity de Grupo March (a través de Corporación Alba), ha conseguido levantar 305 millones de euros en el primer cierre de su tercer fondo de capital riesgo, el primero de la firma como entidad independiente.

Fue en junio de 2021 cuando Corporación Alba y Artá Capital anunciaron la separación. Los dos alcanzaron entonces un principio de acuerdo para vender a los propios directivos de la gestora la participación hasta entonces propiedad del Grupo March. Hoy está previsto que se anuncie a la CNMV el cierre de esta transacción, según indican fuentes del mercado.

Corporación Alba, en cualquier caso, seguirá siendo uno de los inversores de referencia en el Fondo III de Artá Capital, cuyo tamaño objetivo es de 400 millones de euros. También participa el ICO con cerca de 50 millones de euros a través del programa Fond-ICO Global, así como inversores institucionales y family offices (grandes fortunas).

El 50% de la base inversora del nuevo fondo de Artá ya ha invertido en sus vehículos previos, lo que representa una buena señal para la firma. El cierre definitivo se espera que se produzca en el segundo semestre del ejercicio, pero el hecho de que se haya levantado ya el 76% del fondo representa un hito muy significativo en un entorno tan complejo para la recaudación como el actual.

El perfil del Fondo III -que tendrá una vida de diez años extensible a doce- es continuista con los anteriores y seguirá la misma estrategia con la que Artá consiguió hacerse un hueco en la industria española del private equity. Tomará tanto participaciones mayoritarias como minoritarias en empresas de España y Portugal que necesiten un socio financiero para impulsar su crecimiento orgánico o vía adquisiciones o bien dar liquidez a sus accionistas. Se prevén entre 10 y 12 transacciones con tíckets medios que oscilarán entre 25 y 50 millones de euros, aproximadamente.

El primer cierre del Fondo III de Artá dará la oportunidad a la gestora de seguir invirtiendo después de que el año pasado se agotara el potencial de Artá Capital Fund II tras las dos últimas transacciones realizadas por la firma, las compras de Pipas Facundo y de Gesdocument, que hacían necesaria la constitución de un fondo para seguir protagonizando nuevas adquisiciones.

También en 2022 Artá apoyó a su participada de prevención de riesgos laborales Preving en la fusión con Cualtis para crear el nuevo grupo Vitaly, consolidando su liderazgo como la compañía de mayor crecimiento en el sector. Asimismo, procedió a la venta de su participación mayoritaria en Satlink, líder en equipamiento y telecomunicaciones por satélite, al fondo paneuropeo Ergon Capital.

Por Pepe Bravo / Expansión

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