Ysios logra los primeros 52 millones de su nuevo fondo

Por Sergio Saiz / Expansión

“La percepción es que los ciclos de inversión en biotecnología son muy largos, pero eso no quiere decir que no haya retorno antes”. Cristina Garmendia, socia de Ysios Capital y exministra de Ciencia e Innovación, defiende la apuesta por este sector, al que acompañan los números. El primer fondo, constituido en 2008, con sólo cuatro desinversiones (actualmente tiene todavía siete en cartera) ha logrado una tasa interna de retorno (TIR) del 38,5%, empezó a distribuir dividendo en su tercer año y ya ha devuelto la mitad del capital aportado.

Con estos resultados, no es de extrañar que la mayoría de los inversores de este primer fondo hayan decidido volver a participar en el segundo vehículo que ha puesto en marcha la firma de capital riesgo y que tiene un objetivo de cien millones de euros. “Ya hemos hecho el primer cierre; en sólo cinco meses, hemos levantado 52 millones y el fondo ya está operativo”, explica Julia Salaverria, socia de Ysios. De hecho, están en negociaciones avanzadas con cuatro compañías que podrían terminar en cartera en el primer semestre de 2015.

“El fondo está orientado a empresas altamente innovadoras, en los campos de productos terapéuticos, diagnóstico y dispositivos médicos para necesidades claramente no cubiertas”, apunta Joël Jean-Mairet, socio de la firma. El objetivo, según Salaverria, es aumentar la cifra de inversión por proyecto, por lo que no esperan participar en más de 14 compañías.

El cierre definitivo de este nuevo vehículo se realizará en septiembre de 2015, en el que participa, por ejemplo, el CDTI. De momento, los socios descartan acudir a otros fondos públicos, como el Fond-ICO, ya que se han fijado un tope del 20% procedente de la Administración.

Límite de fondos públicos

Garmendia destaca positivamente la actividad del CDTI y del ICO como “líderes en financiación de la innovación”, pero matiza que, en el caso de Ysios, “no queremos condicionar nuestra estrategia de inversión”. Reconoce que la firma se plantea destinar la mayor parte de sus recursos a proyectos españoles, pero también quiere tener libertad para buscar las mejores iniciativas sin tener en cuenta las fronteras geográficas.

De hecho, Ysios coinvierte con otros vehículos internacionales, así como con los fondos puestos en marcha por multinacionales farmacéuticas. Precisamente, esta búsqueda de aliados es lo que les permite formar parte de proyectos de gran envergadura, pero también tantear a futuros compradores antes incluso de realizar una inversión.

Josep Ll. Sanfeliu, socio de Ysios, explica que la industria farmacéutica “es muy colaborativa y está dispuesta a decirte cuánto pagaría por una compañía si se alcanzan ciertos hitos”.

Esta forma de trabajar, que permite prever los resultados y desarrollar un plan de negocio predecible, es parte del éxito de esta firma de capital riesgo, que además es muy selectiva con las empresas en las que invierte. Con su primer fondo, analizaron más de mil proyectos, de los que sólo eligieron once.

Ahora, uno de los retos es buscar nuevos accionistas que sustituyan a los bancos y cajas, que suponían el 48% de las aportaciones financieras del primer fondo y que en el segundo vehículo se quedarán por debajo del 10%. Los fondos de pensiones han sido quienes han ocupado este lugar y ya suponen una tercera parte del capital comprometido. En un entorno de caída de los tipos, estos inversores necesitan abrir nuevas vías, y el capital riesgo especializado en compañías biosanitarias “es un sector que ofrece garantías y un alto retorno”, concluye Garmendia.